Todo el mundo (al menos los fans del hombre murciélago) miraban con cierta reticencia la explosión de series relacionadas con el mundo del cómic, y no por el cómic en general, sino porque cuando tocas al caballero de Gotham, se hace con un tacto especial, pues la puedes cagar, siendo lo complejo que es.
Y es que lo malo del señor de la noche es que todo el mundo quiere narrar su historia, de una manera u otra, bien sea el amo y señor de ciudad Gótica, asesinando a hombres sin piedad con estética de Tim Burton; o esa horrible visión que tiene Joel Schumacher; o inclusive con una pizca de realidad a manos de Christopher Nolan. Y por supuesto no podemos olvidarnos del magnífico Adam West, que lo hizo de coña, entrañable (los sesenta eran otros tiempos). Ahora toca darle un nuevo punto de vista, así lo han visto Warner y DC Cómics.
Así, esta nueva franquicia basada en el héroe de DC Cómics arranca con un jovencísimo James Gordon en período de pruebas como detective del Departamento de Policía de la Ciudad de Gotham. Y su primer caso no puede ser otro que el crimen más importante y misterioso de la historia de toda la ciudad, los asesinatos de Thomas y Marta Wayne, que dejó como único testigo al joven Bruce Wayne y un puñado de interrogantes.
Aparte, Gordon tendrá que verse implicado en el tenso mundo de las bandas que gobiernan las corruptas calles de Gotham desde las bandas de Fish Mooney, Alberto Maroni, y el capo Carmine Falcone. Mientras, un joven Oswald Cobblepot (más conocido como “El Pingüino”) se abre camino por los oscuros senderos de la sociedad criminal.
Así, mientras que el traumatizado joven Wayne va madurando su modo de devolver la dignidad e integridad a su querida ciudad que permitió que se matara impunemente a sus padres, el matrimonio más querido de toda la ciudad, James Gordon va buscando respuestas en un cuerpo policial lleno de corrupción como una vela en la oscuridad, y estos cimientos harán que se construya otro emplazamiento clave, el barrio de Arkham.
Se verá en clave policíaca cómo el mundo de Gotham va cobrando forma.
Y para ello, aparte de un guión buenísimo, cuenta con un casting lleno de nuevas estrellas para los papeles principales, como Ben Mckenzie (James Gordon), Donal Logue como Harvey Bullok (este no es su primer papel, precisamente), Cory Michael Smith (Edgard Nigma) y a Bruce Wayne lo interpreta un prometedor actor llamado David Mazouz. Todo ello para dejar que las joyas y las estrellas de esta serie televisiva sean los personajes… intocables a modo de homenajes o como viejas glorias y, dicho sea de paso, al otro lado de la ley – por ahora al menos -. A ello también ayudarán Jada Pinkett Smith como Fish Mooney, David Zayas como Sal Maroni y John Doman como Carmine Falcone, sin olvidarnos de Robin Lord Taylor, quien hace de Oswald Cobblepot. Me dejo muchos en el tintero, no podía ser de otra forma, pero la idea es que veáis que esta maravilla quiere destacar por sus convincentes actuaciones y su sólido guion, no sólo por lo accesorio que traiga detrás.
Yo al principio fui un poco reticente al verla, pero me cautivó con el primer capítulo y desde entonces estoy enganchado; al fin y al cabo, nunca sobra otra serie del detective murciélago, aunque esta vez sea sin el murciélago, e ir viendo como Gotham va cobrando forma con otros puntos de vista, es difícil de rechazar.
Veréis que desde algunos ángulos es como si la ciudad no hubiera superado la oscuridad de la Ley Seca, como si siempre estuvieras viendo un fragmento de Los Intocables de Eliot Ness, pero con gente más desquiciada y corrupta. Así, desde el primer capítulo, vemos la adaptación de un buen detective como es Gordon como si fuera un David contra Goliat, luchando a capa y espada por la justicia y la ley en Gotham.
Seguimos analizando la serie a medida que avanzan sus temporadas y, como siempre, sin spoilers.
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