La mayor parte de nosotros, dada la gran cantidad de material audiovisual ofertado, tenemos que escoger entre qué visualizamos y qué desechamos. Higashi no Eden fue premiado en diferentes ambientes como el mejor anime de la temporada 2009, y aún así, tardé mucho tiempo en ponerme a verlo. Hace poco lo rescaté y le eché un revisionado para que aquellos que como yo, no se animaron al principio, lo hagan ahora.
Confieso que me vi los 11 capítulos seguidos. Nada de paja y buena dinámica. Esos son sus secretos. De hecho, se me hizo breve. Menos mal que aún me falta por ver las dos películas que completan esta serie, porque realmente está trazado para algo muy grande, y tal y como termina el anime, resulta incompleto.
Original, si no en su argumento, sí en su ejecución. Bueno, puede que original sí sea, pero a mí me recuerda a la película La gran vida (2000) así que no lo anoto como novedad. ¿De qué va la serie? Un joven con la memoria borrada se cruza en el camino de una universitaria a punto de graduarse. Juntos se ven envueltos en una trama donde los bombardeos a Tokyo, las desapariciones de 20.000 hombres y 12 móviles/tarjetas de crédito con 10 billones de yenes juegan un papel importante. Y por supuesto, la pregunta estrella: ¿qué es la Organización Selecao?
Este anime encierra dentro de sí paralelismos con otras tantas obras. No sólo con La gran vida, sino también con Matrix, Battle Royale, y otras más, cada una por motivos que sólo viendo la serie se pueden entender. Lo que es indudable es que la vida de más de uno corre peligro. Pero bueno, si el espionaje, los asesinatos y el misterio nos extrañan, sólo hay que pensar que el director es el mismo que la aclamada Ghost in the Shell. Y eso es prácticamente garantía de que aunque los conceptos existan ya, aquí se explotarán de otra manera. También la inclusión del opening Falling Down de la mítica banda Oasis hace pensar que estamos ante algo que promete.
Higashi no Eden presenta unos personajes estereotipados mezclados con algunos bastante interesantes. La que en un primer momento es la protagonista, Saki Morimi, pronto deja de resaltar, eclipsada por Akira Takizawa, un joven lleno de habilidades y con muchas dotes de liderazgo. Tenemos personajes ligeramente estúpidos, algunos brillantes, como el akikimori “Panties”, otros tenebrosos como la Devoradora de Johnnies, y algunos cómicos. Para mí, sin embargo, los que resaltan son los entrañables Asako y Ryüsuke, matrimonio parientes de Saki, y panaderos de profesión, cuyo diseño parece inspirado en los personajes clásicos de Miyazaki. (Más concretamente me recuerdan a los personajes de la película Niki, la aprendiza de Bruja).
Ni tanto ni tan poco
Antes comentaba el tema del relleno en los animes, (y su ausencia en Higashi no Eden), puesto que, como todos sabemos, es una de las lacras a purgar en muchas de nuestras series favoritas. No en vano, animes del calibre de Naruto o Dragon Ball han sido estropeados por la inclusión de excesivo relleno. Con Higashi no Eden, sin embargo, se han pasado al otro extremo. Me encanta su concisión, pero alargar un poco más la serie no habría perjudicado a nadie. Sobre todo si pensaban después hacer dos películas, ¿por qué no haber sustituido esas dos películas por unos pocos capítulos más?
Otra cosa a criticar es ese comienzo tan confuso, que te lleva a pensar que es un anime amoroso…intentan darle un toque misterioso, hablando de “mi príncipe” y haciendo que Saki se personara en el Pentágono (o la Casa Blanca) con un “oculto secreto” encontrándose con Akira (por cierto, ¿Akira? ¿Salvador de Japón? Ejem, ejem, ¿no nos suena de algo?)
De cualquier manera, no es un anime al uso. Eden of the East es fresco, divertido, con grandes dosis de misterio y acción, y aconsejable para prácticamente cualquier fan del anime.
Os dejamos el opening con esa vibrante Falling Down