Ayer vi el doble capítulo piloto de Infieles, la nueva serie de Divinity. Estaba intrigada porque este canal suele incluir series bastante blancas y aquello prometía ser una mezcla entre Sexo en Nueva York, Mujeres desesperadas y Californication. De hecho, estaba segura de que iba a ser la heredera de estas tres series. Así que me senté a ver Infieles como es mi costumbre: con escepticismo.
La serie cuenta las aventuras y desventuras, en clave de drama, de cuatro mujeres en la treintena. Savannah, una abogada de éxito que intenta tener un bebé con su escultural y ocupado marido; su hermana menor, Josselyn, una mujer de falta corta y moral excesivamente liberal que es adjunta de ventas en una inmobiliaria de lujo; Karen, (Yunjin Kim, de Perdidos) una famosa psiquiatra adicta al orden y al trabajo; y April, madre de una niña pequeña, dueña de una tienda de productos decorativos y en fase de superar la muerte de su marido en la guerra tres años atrás.
Realmente no debería de haber sido difícil hacer una serie interesante. Al fin y al cabo, Infieles es el remake de otra serie con el mismo nombre, pero todavía estoy determinando si me gusta. A día de hoy es complicado hacer giros interesantes, argumentos originales y no caer en la chabacanería. Pese a que no puedo hablar por el resto de la temporada, debo decir que estos dos primeros capítulos no me han defraudado. La profundidad psicológica de las mujeres no tiene nada que ver con la frivolidad del cuarteto de Sexo en Nueva York y eso hace que automáticamente me parezca mejor serie. Cierto es que vamos a ver infidelidades (hombre, con ese título que nadie se sorprenda) pero las reacciones que tienen a los pecados particulares de cada una son sencillamente más humanas.
La serie nos recuerda por parte a lo visto en otras series del mismo corte como Anatomía de Grey o la ya mencionada Mujeres desesperadas, pero con menos melodramatismo, cosa que es de agradacer. También hereda el ritmo de las series más contemporáneas, haciéndose, por regla general, los capítulos más ágiles que las series nombradas. Desde luego, la trama avanza de forma rápida y contundente. Aún así, los capítulos, de 50 minutos cada uno, no están exentos de vacíos, puesto que notamos escenas que podrían haberse acortado; las han alargado artificialmente para llenar todos los minutos de metraje. Quizás una duración menor de los capítulos le habría hecho mucho bien a esta serie.
Doblaje al castellano correcto, con los habituales dobladores, y unas actuaciones con altibajos. Savannah (Alyssa Milano, de Embrujadas) destaca por encima de las otras, junto con April, (Rochelle Aytes, de Mujeres Desesperadas). Algunos personajes del reparto masculino, como Dominic, el compañero de trabajo de Savannah, también tienen una actuación aceptable. Otros personajes secundarios con actuaciones mediocres no sabemos si continuarán en la serie o irán desapareciendo para dar paso a otros.
En fin, visionado recomendado (aquí puedes ver cómo evolucionó la serie) si ya estás al día con las series de rigor (y puedes añadir otra a tu repertorio), o si simplemente te gustan los culebrones de alto standing. Desde luego, el desfile de ropa de marca está garantizado. Si esperas ver tetas y desnudos no es tu serie.