SPACE FORCE: no llega a sátira, no llega a comedia, cumple como entretenimiento.

Y con este subtítulo “no llega a sátira, no llega a comedia, cumple como entretenimiento.” podría resumir esta primera temporada de Space Force (2020), la nueva apuesta de Greg Daniels y Steve Carell (ambos responsables de The Office), en lo que pretendía ser una desternillante historia sobre un grupo de personas que, por órdenes del presidente de los EEUU, intentan establecer una base lunar, bajo las indicaciones del primer general de la Fuerza Espacial, Mark R. Naird (Steve Carell) quien es ayudado por el Dr. Adrian Mallory (John Malkovich), jefe científico, pero que, sin embargo, se queda rozando demasiadas líneas como para ser arriesgada en nada.

Las palabras “parodia” y “sátira” se usan en el género televisivo cuando el producto que vas a ofrecer probablemente quiera reírse de todo y de todos, cuando vas a ver algún personaje ridiculizándose y sentirás seguramente algo de vergüenza ajena, pero, ante todo, cuando quieres trasgredir los límites ofreciendo contenido arriesgado.

A veces hay que arriesgarse con los chistes, amigos.

El problema de Space Force no es que sea un mal producto per sé, sino que no arriesga lo suficiente para ofrecer una comedia de calidad, o una sátira de calidad o, si quisiera prescindir de todo esto, un drama coherente con los problemas a los que se enfrentaría a diario la sexta rama de las Fuerzas Armadas, que se ocupa nada más ni nada menos que de cohetes, astronautas y todo lo que traspasa en general las fronteras de nuestro planeta. Problemas que, si quieres satirizar, debes hacerlo con contundencia de tal forma que no se pierda el ritmo entre escena y escena, como efectivamente pasa continuamente, pero si quieres hacerlos dramáticos, debes también encrudecerlos, para ser honesto con el tono que quieres dar a la serie.

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Así pues, aunque Steve Carell es un cómico intachable, parece que su personaje es el único realmente divertido en la serie, estúpido, honesto, patoso, como si él viviese en su propia burbuja (en la que recicla a su personaje de The Office para convertirlo en militar) y el resto interpretasen papeles serios y sus interacciones con chascarrillos fuesen parte de su personalidad. El contraste se vuelve más agudo cuando el guion fortalece esta impresión, dándote la sensación de que sí, estás ante una comedia ligera, fácil de visionar, a la que quizás no tienes que mostrar mucha atención y puedes tenerla de fondo en la segunda pantalla del ordenador (ejem, ejem), pero que nuevamente carece de la fuerza de las verdaderas sátiras del género.

Y comento esto como un punto negativo dentro de Space Force porque, aunque no estaba esperando un Hot Shots ni The Naked Gun, sí que esperaba que el chiste chorra y las situaciones hilarantes fueran el hilo conductor de una serie que se vendía a sí misma como comedia.

Temas importantes y siempre vigentes

Y lo cierto es que Space Force toca temas de gran importancia dentro del mundo de las fuerzas armadas en general y de las fuerzas espaciales norteamericanas en particular, aunque no sepa llevarlos a buen término con un guion decente. Partiendo del hecho de que es un mundo donde imperan una marcialidad constante, unas reglas estrictas y un código de conducta para cada situación perfectamente regulado, no es de extrañar que la presión a la que se pueden sentir todos los relacionados con un general (científicos, militares, familia, colegas de uniforme…) pueda ser inmensa y un buen tema que explotar para generar risa. Usar esa presión para la sátira era su mejor baza, pero la serie, aunque continuista con su historia, usa capítulos autoconclusivos, haciendo que esa parodia de una situación en concreto se termine cuando lo hace el capítulo.

Así pues, aunque nos encontramos con situaciones divertidas, algunas con grandes similitudes con la realidad actual que vivimos, en las que la cadena de mando se ve alterada, las órdenes discutidas, los altos cargos parecen incompetentes (y cuanto más alto el cargo, más incompetente la persona, hasta llegar al presidente, ahí lo dejo) y todo parece que desemboca en caos, como no acaba de ser una sátira sí que te encuentras preguntándote cómo afectará a las vidas de los demás la posición de alguien de tan alto rango.

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Testosterona y mandos militares. Pues un cliché que siempre funciona.

Y así llegamos a la hija del general, Erin Naird (Diana Silvers) que representa el prototipo de familiar desarraigado por el trabajo de su padre. Existen otros gremios (empresas internacionales, diplomáticos…) donde cónyuges e hijos tienen que sufrir constantemente los traslados del militar de turno bajo la premisa de “órdenes son órdenes”. Todavía no sabemos qué ocurre con el personaje de Maggie Naird (Lisa Kudrow), la esposa de Mark, pero me aventuro a pensar que su situación es la que es porque no estuvo de acuerdo con el último ascenso de su marido en el organigrama militar.

Por supuesto, el tema del presupuesto destinado a la Fuerza Espacial es otro de los temas candentes dentro de la serie, la cual esta vez sí se decanta por la parodia al lanzar balones fuera. Todo lo que tiene que ver con la carrera espacial es inmensamente caro, por no decir que necesita un presupuesto infinito con carácter indefinido, así que es posible que no hayan encontrado un punto de equilibrio para hablar del tema.

En definitiva, Space Force es una serie con un ritmo e interpretaciones irregulares que, si bien no acaba de acertar del todo con su tempo sí que consigue amenizar unas horas con un poco de distendido humor absurdo en un ambiente de “comedia de oficina”. Acierta cuando se pone sentimental, y también cuando crea los tándem Carell-Malkovich o Dr. Chan Kainfang (Jimmy O. Yang) – capitana Angela Ali (Tawny Newsome), pero patina cuando se pone en modo intenso, dejándote con ganas de más, y cuando digo más me refiero a posicionarse. Que cuando se trata de cine no hay cosa peor que leer “comedia romántica” y que ni te rías ni te emociones. Pues lo mismo con una sátira político-militar. Que tener a Carell y a Malkovich no siempre es sinónimo de éxito, señores.

Space Force

5.9

NOTA

5.9/10

Destaca en:

  • Es entretenida y se visiona del tirón.
  • El personaje de Steve Carell es entrañable y ver a Malkovich siempre está bien.
  • Tiene cierto tufillo a las parodias antiguas sobre fuerzas armadas.

Podría mejorar:

  • El guion oscila demasiado entre el drama y la sátira.
  • Los personajes no acaban de tener gancho.
  • Podría haber sido una sátira política muy aguda, pero no se arriesga.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. Como novelista ha publicado La Ciudad que Olvidamos (2024) y está centrada en la publicación de nuevos títulos. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II.

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