STAR TREK DISCOVERY: ¿has pensado alguna vez en aprender Klingon?

Star Trek Discovery (2017) llega como un soplo de aire fresco con el objetivo, a veces imposible, de alejarse de clichés y de tratar de aunar a trekkies y a los aficionados a las series de acción de ciencia ficción. Y lo presenta con unos fundamentos sólidos que sorprenderán por su frescura y el equilibrio.

Para empezar, el ambiente de la serie creada por Bryan Fuller y Alex Kurtzman intenta ser más oscuro o eso es lo que interpretamos al visionar sus primeros capítulos. Un capítulo piloto que inicia su metraje en un escenario exterior y que advierte de forma sutil que si bien las conversaciones y los ambientes claustrofóbicos estarán presentes como sello de identidad de todo un universo, éstos se ampliarán sin complejos según la necesidad. Y que las conversaciones trascendentales con matices, recuerdos, elementos sensoriales y situaciones límite se equilibrarán con momentos de acción trepidante.

La historia de Star Trek Discovery nos sitúa en un escenario en el que los Klingon van a ser una parte importante de la ecuación y no se especula con ello. También nos trae como protagonista a la primera oficial Michael Burnham, encarnada por Sonequa Martin-Green (The Good Wife,The Walking Dead), junto a la capitana Philppa Georgiou de la mano de la actriz Michelle Yeoh (Tigre y Dragón,  Sword of Destiny, Memorias de una geisha). Y eso de entrada como carta de presentación.

A destacar también los papeles de Doug Jones (Hellboy, La máquina de tiempo) como Saru, otro papel muy interesante para la trama de la mano de un actor que puede que no nos suene, pero que ha encarnado al Hombre Pálido y al Fauno de El Laberinto del Fauno o al propio Silver Surfer en la saga original de los Los cuatro fantásticos entre otros personajes icónicos.

Más adelante iremos incorporando otros personajes y actores que no desvelaremos, porque hacerlo puede hacernos caer en el pozo de los spoilers. Pero podemos adelantar que el pueblo Vulcano también tendrá una gran influencia en la trama y que los flashbacks irán afianzando los cimientos de una serie que ha llegado para quedarse. Trama sólida y prometedora, con altercados casi desde el primer minuto aliñados con decisiones morales de las que dependerá el futuro de la flota estelar.

Star Trek Discovery nos aporta tecnologías imposibles con seres intergalácticos; alianzas o traiciones inesperadas; culturas extraterrestres que ganan peso de forma progresiva; algunos antagonistas que siguen siendo un misterio (de los cuales esperamos saber más) y la capacidad de generar interés ante un género de ciencia ficción que también trata temas como las razas, castas, rangos, enfrentamientos y personalidades.

A partir de aquí sería difícil dar más detalles sin entrar a comentar el propio guion, por lo que nos centraremos en nuestras sensaciones más subjetivas y personales para poder dar un veredicto de si merece la pena darle una oportunidad.

Personalmente, estamos ante una serie que tiene muchos matices que podrían salir mal debido al denso universo del que se nutre. Pero por suerte parece que esas referencias son menores al tratarse de una precuela de Star Trek la serie original (1966) de Gene Roddenberry y tratar sin tapujos eventos que en otras sagas solo intuiríamos por sus consecuencias. Los Klingon demuestran tener una personalidad y cultura mucho más compleja de lo esperado, por lo que descubrirlos va a ser un absoluto deleite. Esto es así porque entendamos que la serie va a ser seguida por fans y no fans, quizá acostumbrados a razas alien básicas con unas personalidades absurdamente hostiles o sumisas. Star Trek Discovery trata de hacer mucho más profundo el “por qué” de los conflictos y eso hará que el espectador se sienta arropado.