THE ORVILLE: En el espacio nadie puede oír tus LoLes

El humor de Seth MacFarlane no es para todos, es algo que sabemos desde hace ya más de una década, cuando se estrenó Padre de familia y que ha ido dejando patente con algunas de sus producciones posteriores, como Mil Maneras de Morder el Polvo o TED. Un estilo lleno de humor negro, situaciones disparatadas y muy pocos remilgos a la hora de meter el dedo en la llaga del colectivo de turno (que podría ser el tuyo).

En esta ocasión, la nueva producción de Seth MacFarlane para la FOX es ni más ni menos que una serie que “homenajea” (o directamente copia) a la archiconocida Star Trek, pero añadiéndole ese toque que solo MacFarlane sabe darle a las cosas.

Y es que hay toda una generación de directores que han crecido viendo series como Star Trek, Galactica, The Outer Limits, o Flash Gordon y que hoy por hoy están en lo más alto del cine Hollywoodiense, como es el caso de Seth MacFarlane, pero también de Guillermo del Toro, Quentin Tarantino, o Christopher Nolan. Así que era cuestión de tiempo que alguno de estos “frikis de la vieja escuela” se lanzara a hacer algo con una serie tan icónica como fue Star Trek; de hecho, Tarantino ya estuvo metido en un proyecto para guionizar y dirigir una de las películas de la saga, que finalmente acabó en manos de J.J. Abrams, otro frikazo de tomo y lomo.

Rumbo a lo desconocido, pero en plan risas

The Orville nos cuenta, como no podía ser de otra forma, las increíbles aventuras y desventuras de Ed Mercer (Seth MacFarlane), capitán de la Orville y de su tripulación de mando: su ex mujer Kelly Grayson (Adrianne Palicki), Claire Finn (Penny Johnson) la doctora jefa, Gordon Malloy (Scott Grimes) el intrépido piloto de la Orville y el resto de componentes del puente de la nave mientras exploran el basto universo.

Esto nos lleva a una temporada de una docena de episodios que, si bien tienen sus más y sus menos, por lo general conseguirán hacernos reír durante los 40 minutos de duración, incluso en más de una ocasión narrándonos historias verdaderamente interesantes y de muy variada índole.

El carisma de los personajes está fuera de toda duda, y es que, aunque durante los primeros tres episodios parece que a la serie le cuesta arrancar, pronto nos encontraremos completamente enganchados a ella gracias a las diferentes personalidades de la tripulación y sus increíbles (y disparatadas) historias. Por desgracia, tal y como he dicho antes, no todos los episodios consiguen mantener el nivel, y si bien hay algunos que son divertidísimos, o cuentan con argumentos interesantes, otros no lo son tanto y pueden resultar algo pesados. Afortunadamente esto solo ocurre en un par de ocasiones, por lo que podemos decir que The Orville en líneas generales mantiene un buen nivel.

Un humor más moderado

Todos sabemos cómo se las puede llegar a gastar Seth MacFarlane con sus chistes, sin embargo, en The Orville, ya sea por petición de la FOX o por decisión propia, nos encontramos con un humor mucho más moderado que, si bien no pierde en ningún momento la firma y el estilo al que Seth nos tiene acostumbrados, sí que es cierto que se relaja bastante en cuanto al tono de las bromas, siendo estas mucho más “family friendly” (aunque tiene sus salidas de tono, claro está).

Sin embargo, si estáis buscando en The Orville un humor cercano al de Padre de Familia, Rick & Morty, o South Park, he de avisaros de que no lo vais a encontrar. En este aspecto The Orville no trata de ser una máquina de escupir gags uno tras otro, estando los chistes y las bromas mucho más diluidas dentro del guion, que esta vez sí que parece querer contarnos algo.

Técnicamente modesta

En cuanto a la factura técnica, no se puede decir que The Orville destaque demasiado, y menos con las producciones tan increíbles en cuanto a valores de producción que estamos viendo últimamente, como Stranger Things, Altered Carbon, Black Mirror, o por supuesto Juego de Tronos. Sin embargo, cumple con los mínimos, mostrando escenas de acción aceptablemente resueltas y secuencias CGI “apañadas”. Desde luego The Orville no es ninguna maravilla en lo técnico, pero seamos sinceros, Star Trek tampoco lo era, con algunos momentos que rozaban la auténtica vergüenza ajena, incluso en los 70.

Finalmente, The Orville se presenta como una comedia interesante, con un argumento y unos personajes bien trabajados y, en general, un nivel más que suficiente como para hacernos disfrutar de todos sus episodios e incluso dejarnos con ganas de una segunda temporada que ya está en camino. No está a la altura de obras recientes como Future Man, o Rick & Morty, pero vistas estas dos, The Orville es una de las comedias de Sci-Fi y Fantasía más recomendable de las últimas temporadas.

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