WANDAVISION: las fases del duelo.

Con la tónica que ha cogido Marvel de ofrecernos películas y series de todos los personajes que componen su universo, no sospechábamos que una serie sobre Wanda Maximoff, la Bruja Escarlata y el entrañable androide Visión podía dar tanto de sí; yo, personalmente, pensaba que WandaVision era otro intento más de seguir sacando dinero sin aportar demasiado. Poco me imaginaba que esta serie (o miniserie, depende de si deciden hacer segunda temporada o no), de tan sólo 9 capítulos y emitida capitularmente durante el 2021 por Disney+, iba a resultar tan diferente de todo lo que nos ha ofrecido Marvel hasta ahora.

Lo que resulta más evidente e impactante al comenzar a visionar la serie son los homenajes tan bien traídos a sitcoms del pasado, resultado las actuaciones de Elizabeth Olsen y Paul Bettany tan variadas como complejas, cambiando a medida que lo hace el formato televisivo que se nos presenta. Sin entrar en spoilers, pero sintiendo la necesidad de aclarar este punto, WandaVision se permite, por la necesidad que exige el guion, ir cambiando la estética y comportamiento de sus personajes para ajustarse a cada década que va pasando. Esto es así porque, tras los hechos acaecidos en Avengers: Endgame (2019) y sí, es inevitable haberse visto antes todo lo anterior para que no haya lagunas que perjudiquen el disfrute de WandaVision, la pareja se ha ido a vivir al pequeño pueblo de Westview, en Nueva Jersey, para disfrutar de la vida americana clásica chalet-coche-niños-perro-cortacesped.

Pero no se trata de una pareja normal y a medida que los poderes de ambos se revelan se dan cuenta de que algo pasa a su alrededor que no comprenden ni pueden controlar.

Pese a cómo termino esta sinopsis no nos encontramos ante la clásica serie sobre misterios “alguien llega al pueblo y de repente la gente empieza a morir”, sino de dos personas que, tras haber sufrido lo indecible, intentan encontrar la paz de la manera más sencilla posible, buscando en las gratificaciones del día a día su felicidad y compartiendo ambas el amor más intenso.

Esto es lo que hace que WandaVision se desmarque tanto de otras series de Marvel en la que existe un villano con planes maléficos al que derrotar. Ya venimos de toda la guerra con Thanos y no es necesario ni resultaría convincente presentarnos una película de superhéroes en la que el argumento fuera tal (pese a Spider-man Lejos de Casa), así que WandaVision nos ofrece un argumento sobre gente rota, con traumas, gente que perdió a sus seres queridos, gente totalmente descolocada cuando volvió tras el chasquido; en definitiva, de personas que no saben cómo seguir adelante.

El cine tiene ya películas de este tipo en su haber, Mas allá de los sueños, de 1998, con el grandísimo Robin Williams, fue un claro y fantástico ejemplo, pero era mucho más directa y fácilmente identificable que la sutileza que, por una vez, encontramos en una serie de Marvel. De alguna manera, el director Matt Shakman deseaba que entendiéramos que si los caminos que las personas normales, por el agotamiento mental y la pena, son radicales o autodestructivos, ¿cuánto más no lo serán las decisiones que decidan tomar seres tan poderosos como Wanda o Visión?

Negación, Ira, Negociación, Depresión….Aceptación

Pero a la sutileza con que trata el tema del duelo y la pérdida (excepto en la trama tan evidente de Mónica Rambeau, interpretada por Teyonah Parris, que es muy básica) WandaVision decide sumar más factores y seguir sorprendiendo con escenas cómicas, cambios de ritmo, momentos entrañables y, de forma sobresaliente, algunos giros de guion de los que no te esperas en una serie de Marvel y actuaciones interesantes (Kathryn Hahn, Evan Peters, Debra Jo Rupp…).

Esto no significa que no podamos calificar a WandaVision como una serie de acción. Los efectos especiales, las batallas, el misterio y la investigación del origen de los poderes de los dos protagonistas sigue estando ahí para que no se sienta separada del resto del universo UCM (Universo Cinematográfico de Marvel); simplemente podemos decir que es una de las series más humanas y cercanas que nos ha ofrecido la casa Marvel desde que comenzó su andadura, y creo que resultará muy del agrado de los espectadores tanto la evolución del personaje de Wanda como la visión tan cercana a su personaje del cómic como Bruja Escarlata.

En términos generales WandaVision es una serie muy redonda, disfrutable tanto a nivel palomitero como para aquellos que busquen algo más. Sus guiños continuos a series del pasado, sus openings cambiantes y ese Visión emulando a Dick Van Dyke y Hugh Laurie hacen que por momentos pensemos que estamos ante una comedia de situación clásica. Sin duda una muy buena manera de empezar la Fase Cuatro del UCM.