Piratas del Caribe: La venganza de Salazar no deja de ser una película palomitera para ver en familia, una de esas en las que los piratas no son malos y que el robo de un banco puede acabar con una persecución a lomos de un edificio tirado por caballos. Nada de esto está mal en realidad, sencillamente que La venganza de Salazar no deja de ser el mismo chiste que ya escuchamos con La maldición de la Perla Negra repetido por quinta vez.