Generación Friki
En pleno 2018 y con todo el torrente de nuevos e impresionantes títulos que se aproxima, es fácil olvidar que los videojuegos son algo más que una cara bonita y que, por sorprendente que a algunos les parezca, se puede vivir más allá de texturas fotorrealistas, nubes volumétricas y demás virguerías técnicas destinadas a llevar nuestras consolas y ordenadores al límite de sus capacidades.
Y ojo, que todo eso está muy bien, y yo soy el primero que disfruta como un enano de salvajadas como God of War 4 que, aparte de ser un juegazo, entra por los ojos, pero tampoco está mal salir de nuestra zona confort de vez en cuando y darle una oportunidad a obras en las que no solemos fijarnos y que, contra todo pronóstico, pueden llegar a sorprendernos.
Por eso, y porque soy un gran amante de este tipo de títulos, hoy os traigo una lista con 5 videojuegos pixel art que creo que deberíais probar antes de que se acabe el año.
Oh! Y para los que no lo sepáis, con Pixel Art nos referimos a aquellos juegos que basan todo su apartado gráfico en…bueno… en los píxeles, esos cuadraditos que tan dominada tenían la industria hace no tanto tiempo y que, gracias a los avances técnicos con los que contamos hoy en día, pueden llegar a dar mucho más de sí de lo que pueda parecer en un primer momento.
NOT A HERO
Not a hero es un shooter bidimensional lleno de acción en el que nuestra misión consistirá en asegurarnos de que el Bunnylord, un conejo púrpura y antropomórfico que se presenta a las elecciones, consiga convertirse en alcalde.
¿Y cómo haremos esto? Pues encarnando a uno de los nueve miembros del club de fans del Bunnylord y aprovechando sus armas y habilidades únicas para abrirnos paso por cada uno de los 21 niveles del juego (uno por cada día de campaña) que, como no podría ser de otra manera, estarán llenos de enemigos que nos pondrán las cosas muy, pero que muy chungas.
El juego cuenta con mecánicas de cobertura, disparos especiales, en incluso la posibilidad de realizar ejecuciones sobre enemigos aturdidos, todo en dos dimensiones, lo que, sumado a su violencia sin tapujos, su divertidísimo humor negro y su genial apartado gráfico (que hace un muy buen uso del color y que cuenta con detalles muy cachondos de manera constante) hacen de Not a hero un juego accesible, desafiante y muy, muy divertido.
CRAWL
Crawl es un juego enfocado en partidas de multijugador local (no cuenta con modo online) en el que hasta cuatro jugadores tendrán que encarnar a uno de los héroes atrapados en una terrible mazmorra maldita de la que, por desgracia, sólo uno puede salir con vida.
El planteamiento es sencillo: el héroe que salga vencedor de la batalla inicial tendrá la oportunidad de explorar la mazmorra, que se genera de forma procedural y que cuenta con varios pisos llenos de todo tipo de enemigos (algunos con un diseño realmente chulo), diversas trampas y mecanismos letales amenazando en cada esquina y hasta tiendas donde comprar armas, mejoras, equipo y una gran variedad de habilidades.
La gracia está en que los jugadores que hayan muerto al principio asumirán el papel de un fantasma incorpóreo cuya misión consistirá en poseer las trampas y monstruos de la mazmorra con el objetivo de acabar con la vida del héroe antes de que este derrote al jefe y consiga escapar. Si un fantasma logra acabar con el héroe antes de que este escape ambos jugadores intercambiarán lugares y la aventura continuará hasta que uno de los cuatro participantes consiga salir al exterior (o hasta que el protagonista muera y venzan los fantasmas), lo que da lugar a unas partidas de lo más divertidas que, si bien se pueden disfrutar en solitario jugando contra la CPU, alcanzan su punto álgido cuando juntamos a un grupo de amigos en la misma consola. Los piques están garantizados.
ENTER THE GUNGEON
Enter the gungeon es un shooter de vista cenital que combina el desafío infinito de los “roguelikes” con el infierno de proyectiles que son los “bullet hell” en una mezcla tan desafiante como adictiva cargada de acción, armas, balas y chistes con la palabra “arma”.
Lo que el juego nos ofrece es utilizar a uno de sus seis personajes jugables (dos bloqueados inicialmente) para recorrer una serie de niveles generados de forma procedural en los que tendremos que librar caóticos tiroteos contra alocados enemigos y conseguir decenas de armas que van desde lo apocalíptico a lo directamente absurdo.
Entre nuestro arsenal podemos encontrar pistolas, escopetas, rayos de la muerte, plátanos letales y hasta un arma con forma de bala que dispara pistolas que a su vez disparan balas.
TODO en Enter the gungeon es un constante chiste de temática armamentística, los enemigos son balas y granadas armadas hasta los dientes y los jefes cuentan con nombres y diseños a cada cual más ingenioso (cuidadín con la “armaconda”) lo que, sumado a sus intensos y dinámicos tiroteos, hacen del título una pequeña joyita para los amantes del pixel art, la acción, los “roguelikes” y unas buenas dosis de humor.
HOTLINE MIAMI 1 & 2
Probablemente a todos os suena, pero para los que no la conozcais, Hotline Miami es una serie que cuenta con dos videojuegos y que, gracias a unos gráficos tan grotescos como perturbadores (que además no se cortan un pelo) y a una efectiva perspectiva cenital, sumerge al jugador en una brutal historia de violencia verdaderamente demencial que incluso nos invita a reflexionar sobre el papel del jugador en la propia violencia que ejerce.
La oferta jugable consiste en recorrer cada uno de los niveles del juego acabando con todos los enemigos de cada zona, ya sea usando nuestros puños o cualquiera de las muchas armas (blancas y de fuego) que podemos encontrar en el escenario o arrebatar a los enemigos.
Tanto el jugador como los enemigos mueren de un solo golpe lo que, sumado a que reaparecemos prácticamente al instante después de cada muerte (cosa que ocurrirá bastante a menudo), da lugar a una jugabilidad tan dura como adictiva en la que, a pesar de la frustración, siempre es fácil dejarse llevar para hacerlo mejor y echar ”una partida más”.
HYPERLIGHT DRIFTER
Hyperlight drifter es uno de esos pequeños tesoros ocultos que surgen de cuando en cuando y que, si bien no revolucionan nada ni inventan la rueda, cuentan con la suficiente personalidad y encanto como para quedarse contigo mucho después de haberlos terminado.
Lo que este juego pixel art ofrece es una aventura de perspectiva cenital con clara influencias de sagas como Zelda o Dark souls, en la que tendremos que recorrer preciosísimos entornos llenos de detalles para conseguir encontrar y acabar con los cuatro jefes ocultos por todo el mapa (que está completamente abierto desde el principio).
Una misión que no será fácil ya que para lograrla tendremos que superar duros combates llenos de enemigos en los que necesitaremos utilizar nuestros ataques tanto cuerpo a cuerpo como a distancia (además de nuestra útil habilidad de “dash”) si queremos salir victoriosos.
Estos enfrentamientos pueden llegar a ser verdaderamente chungos y si aporreamos botones a lo loco lo único que conseguiremos será una muerte rápida. Entender el tempo de nuestros ataques y evasiones, saber utilizar adecuadamente las armas a distancia y fijarnos en los patrones de los enemigos, son habilidades esenciales para sobrevivir a estas duras contiendas.
Sin embargo, lo verdaderamente característico del título es su historia, sus escenarios, su música y, sobre todo, la sensación de melancolía y soledad que evoca.
Como ya he dicho, Hyperlight drifter bebe directamente de la saga Souls y esto se nota enormemente por la manera en la que se nos narra la historia: a través del escenario y con decenas de detalles aquí y allí que hacen que el mundo se convierta en un protagonista más del programa.
En este caso recorremos un mundo desolado en el que parece que todo lo importante ya ha sucedido y en el que siempre llegamos tarde. Y es que la historia de este mundo no es nuestra historia, nosotros no somos más que un extranjero cuyo propósito no está del todo claro, lo que no hace sino acentuar lo críptico de la historia que, por si fuera poco, prescinde por completo de textos y contárnoslo todo a través de viñetas e ilustraciones.
Una decisión de lo más inteligente por parte de los desarrolladores, ya que convierte al duro viaje de Hyperlight drifter en un viaje aún más encantador, misterioso y magnético.
