Después de dedicarle un buen puñado de horas a lo último de From Software, “Bloodborne” (aquí tenéis nuestro gameplay, por si queréis ver de qué va la cosa), me puse a pensar en toda esa gente que trabaja en la industria y que hace enormes estudios de mercado para que las grandes producciones gusten al mayor numero de usuarios posible. Muchas veces, para que esto ocurra, se toman decisiones enfocadas a agradar al usuario de “ compro 2 juegos al año” por el mero hecho de que son más numerosos y acaban ignorando a los jugadores más dedicados porque total, lo van a comprar igual. No es de extrañar que, bajo esta premisa, la generación pasada se haya convertido en una amalgama de juegos fáciles, de enormes tutoriales y que relegan el papel del jugador (el protagonista indiscutible por pura definición de videojuego) a un segundo plano, dejándole pulsar X para presentar sus respetos y que así se sienta partícipe de una serie de acontecimientos que van a pasar con o sin su ayuda.
No es de extrañar que, ante este panorama, el jugador más dedicado huya despavorido de determinadas producciones para acabar jugando juegos Indie o revisiones de juegos antiguos, ya que al menos estas no le toman por idiota. Y es aquí, bajo todo este chaparrón de nuevas y viejas ideas donde hace su aparición From Software con su saga “Souls” bajo el brazo, prescindiendo de mecanismos innecesarios, de pesados tutoriales y de esa línea de dificultad ligerísimamente ascendente para, por fin, presentarnos una serie de juegos de verdad, de esos que llevan la palabra desafío tatuada en cada rincón de sus escenarios. Esos que nos hacen tirar el mando de frustración para, segundos después, recogerlo e intentarlo una vez más.
“Bloodborne” es lo último de esta muy respetable compañía que parece nacida para romper clichés, ya que no sólo ha roto con la tónica de los juegos fáciles y autodirigidos, sino que además es japonesa, para así de paso cerrar unas cuantas bocas que daban por muertas a las desarrolladoras niponas.
Por si acabas de llegar ahora mismo del Nepal te adelanto que “Bloodborne” es un juego de rol y acción en tercera persona que se basa en el combate cuerpo a cuerpo y en ir avanzando por un intrincado escenario utilizando unos farolillos (muy distantes entre sí a veces) como puntos de guardado y descanso. Apenas tiene diálogos y la historia está integrada en el escenario en forma de anotaciones y pequeños detalles, así que el juego es bastante parco en cinemáticas.
“Bloodborne” es difícil, traicionero y algo injusto. El juego tiene la costumbre de ponernos siempre en desventaja, ya sea numérica, como de fuerza o estrategia, obligándonos a tirar de cerebro y reflejos para solventar las situaciones, ni siquiera subiendo niveles notaremos una gran diferencia, asi que podemos tirarnos 12 horas farmeando ratas en las cloacas y que el jefe de turno nos mande de dos collejas por donde hemos venido.
Y es que el juego te mira por encima de los hombros con desprecio desde el primer momento, si “Bloodborne” fuese un personaje seria Clint Eastwood en “El Sargento de Hierro” , siempre desafiándonos, insultándonos y cuando por fin nos creemos preparados para mirarle a los ojos nos suelta una bofetada y nos pone de nuevo en nuestro sitio.
Mucho se ha hablado de los gráficos de “Bloodborne” , alabándolos y encumbrándolos, pero en realidad no es “tan así” como dicen. Hay que reconocer que el apartado artístico es absolutamente fabuloso, con ese estilo victoriano decadente que hace que respiremos la peste y la podredumbre en cada rincón. Tambien son destacables los diseños de enemigos, que sin ser el colmo de la originalidad están muy bien traídos, con un aspecto amenazador y tenebroso. Sin embargo en el apartado puramente técnico he de discernir con gran parte de la prensa especializada y tachar a “Bloodborne” de mediocre. El juego se mueve a 30 fps bastante estables pero con algunas caídas, nada alarmante de no ser porque el 90% del escenario son pasillos y entornos generalmente cerrados, y que Dios nos asista si resulta que Ps4 no puede mover 4 paredes bien texturizadas y 3 enemigos a una tasa superior a 30fps. Posiblemente “Bloodborne” podría haber aparecido en Ps3 sin demasiados sacrificios gráficos, y es que juegos como “Uncharted 3” tecnológicamente están a un nivel superior.
From Software nunca se ha caracterizado por hacer unos juegos técnicamente muy pulidos, y aunque las virtudes de “Bloodborne” pueden mucho más que sus pocos defectos no podemos sino soñar con lo que podría haber sido este juego si algún estudio más minucioso con la tecnología se hubiera hecho cargo de él.
Mención aparte merece todo lo referente al diseño de las mecánicas jugables del título, especialmente el diseño de los niveles, siendo éste de una complejidad e intrincamiento deliciosos. Y es que todos los escenarios del juego conectan entre sí de una manera sumamente inteligente, creando atajos y uniendo partes de estos de una manera muy pocas veces vista en un juego. También hay que dedicarle unas palabras a lo bien equilibrado que está todo el combate. “Bloodborne” convierte cada enfrentamiento en un desafío a muerte, y aunque existe la subida de niveles y podemos mejorar nuestro equipo, será nuestra experiencia a los mandos la que marcará la diferencia, haciendo que pasemos fácilmente por áreas que antes se nos antojaban difíciles gracias a que hemos mejorado nuestras habilidades como jugador, y no por cualquier otro artificio del juego.
Sí que es criticable, bajo mi humilde punto de vista, el tedioso respawm de cada enemigo una vez salimos del sueño del cazador (un área aparte dedicada a las mejoras de personaje y equipo). Me parece lógico que esto pase cuando morimos, ya venia pasando desde los anteriores “Souls”, sin embargo que pase también cuando decidimos darnos una pausa a veces es abusar en exceso de nuestra paciencia, sobretodo después de los 30 segundos (literales) de tiempos de carga entre pantalla y pantalla.
Si te gustan los desafíos, odias que te lo den todo masticado y lo que buscas en los videojuegos es la satisfacción de superar situaciones que te pongan a prueba, sin duda “Bloodborne” va ha ser uno de tus videojuegos favoritos durante mucho, mucho tiempo. Si por el contrario te gustan las experiencias mas dirigidas y relajadas, con sus cinematicas y Quick Time Events para los momentos complicados no encontrarás en “Bloodborne” nada para tí. Y es que “Bloodborne” es una de esas novias que te hacen la vida imposible y aun así las quieres con todas tus fuerzas, y eso amigos míos, no es para todos.
(9 / 10)