Muchos de los que leéis estas líneas sois amantes del cine de superhéroes, os apasionan los cómics y ansiáis el sueño de protagonizar una historia en la que vosotros mismos seáis el caballero andante que salva a la chica de las garras del malvado de turno. Sí, amigos, somos frikis pero no siempre pudimos proclamarlo a los cuatro vientos porque, antiguamente, estaba mal visto. Sin embargo, hace 20 años podíamos vivir todas esas sensaciones de una sola vez con “Comix Zone” (1995), un videojuego de Mega Drive que unía todas nuestras pasiones en un único cartucho.
Pasemos la portada de nuestro cómic para leer la introducción. “Comix Zone” nos situaba en New York. Una noche de tormenta, el dibujante de cómics, Sketch Turner, presenciaba como un rayo conseguía sacar de las viñetas a Mortus, el villano de su historia, para confinar a Sketch en su propio cómic. A partir de ese momento, el dibujante se convirtió en el dibujo y tenía que ir superando las distintas situaciones que se encontraba mientras luchaba con los enemigos dibujados por Mortus desde el mundo real. En tan ardua tarea no estaba solo ya que contaba con la ayuda de Alissa Cyan, la general de la resistencia, y de Roadkill, su rata.
El juego nos llegó de la mano del Sega Technical Institute, estudio de Sega con sede en Estados Unidos. Gracias a ellos pudimos disfrutar de juegos como “Kid Chameleon” (1992), “Sonic 2” (1992), bajo la supervisión del Sonic Team, o “Sonic Spinball” (1993). Aunque el videojuego comiquero del que hablamos salió originalmente para Mega Drive, más tarde tuvo adaptaciones en PC y en Game Boy Advance.
“Comix Zone” unía todas nuestras pasiones en un único cartucho.
Nos encontramos ante un juego de acción con toques de plataformas y de puzles. Sketch disponía de sus grandes dotes en la lucha para acabar con sus adversarios pero no debíamos pensar sólo con los puños. Los elementos de los escenarios junto con los objetos que encontrábamos por el camino (cuchillos, bombas o, incluso, nuestra mascota) estaban a nuestra disposición para salir lo mejor parados de las viñetas de un cómic que nos ponía a pensar con sencillos puzles.
Visualmente, el juego emanaba arte por los cuatro costados. Te hacía sentir que estabas verdaderamente dentro de un cómic de superhéroes. Las viñetas tenían unos fondos fijos junto a unos elementos móviles y jugables que daban un aspecto muy atractivo a la escena. Las animaciones del protagonista eran muy fluidas y detalladas y, aunque algunos enemigos eran muy bastos en su diseño, el juego parecía sentar las bases de la conocida técnica del “cel shading” que tanta fama acuñó con “Jet Set Radio” (2000) o “XIII” (2003), entre otros.
A las virtudes del juego que ya hemos mencionado como si se tratase de las páginas más emocionantes de nuestros cómics, hay que añadirle otras como la posibilidad de jugar en español ya que nos llegó traducido. Otro elemento que daba un grado de calidad al cómic escrito por Sketch Turner fue la gran banda sonora. Las melodías animadas y cañeras eran otro elemento que encajaba perfectamente en el conjunto final. Además, la BSO venía como CD de regalo al comprar el cartucho en algunas tiendas.
Por último, destacar que la línea de dificultad estaba bastante bien ajustada: no era excesivamente fácil ni tampoco un juego imposible. Podíamos ir avanzando poco a poco y la experiencia que adquiríamos en cada viñeta nos ayudaba para seguir adelante. Es más, en cada viñeta era posible descubrir objetos ocultos que nos animaban a rejugar la aventura para descubrirlos todos.
Sin embargo, “Comix Zone” lo estaba exento de pequeños defectos (como las páginas más aburridas de nuestro cómic favorito), que no llegaban a coronarlo como el juego estrella de la era de Mega Drive. Cada vez que nos mataban, teníamos que empezar desde el principio del juego, pero, si llegábamos a dominar al protagonista y no cometíamos excesivos errores, el juego nos lo podíamos pasar en menos de una hora. Otro aspecto que dejaba bastante que desear eran los jefes finales. Sólo había tres a lo largo de toda la aventura (dragón/serpiente mutante, maestro del Kung Fu y Mortus) y eran bastante sencillos.
Sus grandes virtudes son la estética y sus posibilidades jugables frente a la duración y la falta de sólidos enemigos finales.
Sé que a muchos os puede salir la vena nostálgica y, de este modo, os aumenten las ganas de volver a zambulliros en las páginas de “Comix Zone”. El juego puede conseguirse en páginas web y tiendas de segundo mano a un precio que va desde los 16 a los 41 €. También es posible disfrutar de él en recopilatorios de juegos de Mega Drive, en PSP y en las plataformas digitales de PS3, PS4 y XBOX 360. Por último, es importante señalar que este juego, junto con otros clásicos de la época, podría llegar a Nintendo 3DS pero, de momento, sólo se trata de un rumor. Gracias a estas nuevas versiones se puede disfrutar de un videojuego al que los años han tratado demasiado bien. En él se nota el paso del tiempo pero no resulta obsoleto.
Antes de dar por terminado este cómic, os diremos que si os gustan los personajes con carisma, las peleas, los cómics y unos puzles asequibles a la hora de jugar, no podéis dejar pasar “Comix Zone” de largo. Os resultará ameno y las sensaciones de afán de superación que tantas tardes de emoción nos regalaron las consolas de 16 bits, volverán a correr por vuestras venas. Es sencillo en su manejo y la estética enamorará a los jugadores que busquen perderse en un cómic en el que ellos son el protagonista. ¿Te apetece leerlo… digo, jugarlo?
(8 / 10)