DISHONORED 2: secuela por partida doble

Cuando apreció el primer Dishonored, allá por 2012, a más de uno nos pilló por sorpresa la explosiva mezcla de exploración, acción y sigilo de la obra desarrollada por Arkane Studios.

Dishonored tenía buena pinta, sí, pero muy pocos se esperaban el éxito tan arrollador que supuso el título. Vale que no estamos hablando de ventas a la altura de gigantes como GTA o The Elder Scrolls, pero Dishonored supo encontrar su hueco en un mercado que pedía a gritos nuevas ideas, siendo aclamado tanto por la crítica como por los jugadores, que se sumergieron de lleno en la ciudad de Dunwall y en todas las posibilidades que ofrecía.

Viendo el éxito del primer juego una secuela estaba cantada, y con ella la duda de si estaría a la altura del original, duda que intentaremos resolver en esta review con el objetivo de que los más indecisos averigüen si realmente merece la pena volver a recorrer el universo steampunk de los chicos de Arkane Studius (de Bethesda). ¿Preparados? Pues vamos a ello.

Dishonored 2 (PC, PS4, XBox One, 2016) arranca 15 años después de los eventos ocurridos durante la primera entrega, Emily es ahora emperatriz y tiene que lidiar con el tedio que supone seguir el protocolo real y demás ocupaciones típicas de la realeza, tedio que mitiga gracias a sus excursiones nocturnas por la ciudad de Dunwall y a las sesiones de entrenamiento a las que le somete Corvo, el protector real y protagonista del primer juego.

El caso es que la cosa se sale de madre cuando de buenas a primeras aparece una tal Delilah Copperspoon (los que hayan jugado a las expansiones del primer título ya la conocerán) afirmando ser la hermana perdida de la antigua emperatriz y tomando el trono por la fuerza, cosa que consigue gracias a unos poderes sobrenaturales bastante chungos y muy molones.

Como veis el argumento guarda cierta similitud con el del primer Dishonored y si bien no es exactamente igual sí que podemos decir que el tema que trata es el mismo: la venganza y la recuperación del honor perdido, algo que resultará bastante entretenido gracias a los estupendos personajes con los que nos cruzaremos, la mayoría de los cuales resultan lo suficientemente carismáticos como para mantener nuestro interés a lo largo de toda la aventura.

Eligiendo a nuestros personajes jugables: pros y contras

Uno de los aspectos más llamativos de Dishonored 2 es que, desde el mismo comienzo de nuestra aventura, se nos permitirá encarnar a la emperatriz Emily o al experimentado Corvo. Es una decisión importante, ya que es permanente y afectará en gran medida a las estrategias que podremos utilizar durante el juego debido a las diferencias más que obvias entre los poderes sobrenaturales de ambos protagonistas, algo sobre lo que hablaré más tarde.

Y es que, por muy mal que suene decirlo, lo más destacable de esta idea es lo desaprovechada que está, siendo completamente absurdo obligar al jugador a escoger un personaje para usarlo durante todo el juego cuando lo más lógico habría sido permitir escoger a cualquiera de los dos antes de empezar una misión, algo que habría resultado mucho más variado y divertido, sobre todo si tenemos en cuenta lo diferentes que resultan los poderes y personalidades de ambos. La decisión de Arkane Studios me habría parecido lógica de haber implementado campañas completamente diferentes para cada personaje, pero teniendo en cuenta que los cambios que se producen en la historia son mínimos opino que es una decisión de diseño bastante pobre.

Pero no todo es negativo, y de hecho casi todo en Dishonored 2 es estupendo, siendo sin duda lo más destacable el magistral diseño de los niveles que recorreremos durante la historia. Por motivos que prefiero no desvelar nuestro protagonista tendrá que desplazarse a Karnaca, una isla situada al sur de Dunwal y cuyo clima trópical y colores cálidos contrastan de forma sorprendente con las oscuras calles y el clima nubloso.

Ambientación y Escenarios

Si bien Karnaca es diferente a Dunwal en muchos aspectos hay otros en los que son más bien similares; muchos elementos del primer juego como las runas, los talismanes y los depósitos de aceite de ballena, repiten, así como la genial ambientación “steampunk”, que sigue siendo tan efectiva como en el primer juego.

Este cambio tan drástico de ambientación se traduce en un cambio, mucho más discreto, en las mecánicas jugables. La base del primer Dishonored sigue ahí, pero esta vez en vez de recurrir a las sombras para ocultarnos utilizaremos constantemente las alturas, ya que el clima soleado de Karnaca nos pondrá las cosas más complicadas a la hora de escondernos.

Y es que los grandes protagonistas del título son, sin duda, los escenarios, todos han sido construidos de forma increíble y cuentan con varios niveles de altura y edificios abiertos, lo que permite un gameplay realmente fluido y lleno de posibilidades, en el que nuestro enfoque a la hora de afrontar las diferentes situaciones que se nos presentan puede cambiar por completo la experiencia. Podemos avanzar aprovechando nuestro poderes para alcanzar zonas elevadas y movernos sin ser vistos, o quizás colarnos en un edificio para subir al tejado y desactivar un molino de viento que da energía a una barrera eléctrica, la cual podemos piratear si así lo preferimos; también podríamos poseer a una rata o a una mosca para colarnos sin ser vistos, o directamente liarnos a espadazo limpio si es lo que nos apetece.

El juego no nos dice qué camino seguir para cumplir nuestro objetivo o cómo hacerlo, sino que es algo que depende enteramente de nosotros y es donde radica el principal atractivo del título.

Mención aparte merecen tanto los niveles de la mansión mecánica, en la que el escenario cambia de forma drástica cuando la activamos, como los de la casa abandonada, en la que disponemos de un artefacto que nos permite movernos entre dos lineas temporales, lo que nos permite resolver puzles y jugar con los enemigos como si fueran idiotas.

Múltiples formas de matar a nuestros enemigos

Pero lo cierto es que de poco serviría el brillante diseño de niveles si las habilidades del jugador para sacarles provecho no estuvieran a la altura, algo que por suerte no ocurre, ya que tanto Emily como Corvo tiene poderes completamente diferentes, y salvo dos que son comunes (una visión especial que nos permite ver a los enemigos a través de la paredes y unos tentáculos o un teletransporte que sirve para desplazarnos) sus usos y aplicaciones son prácticamente ilimitados y dependen de la creatividad del jugador. ¿Quieres parar el tiempo y colocarles bombas a los guardias? No hay problema, ¿o quizás prefieres enlazar el destino de tres enemigos para luego transformarte en sombra, asesinar a uno y que así muera el resto? Pues perfecto.

Como podéis imaginar los poderes sobrenaturales no son la única arma a nuestra disposición (de hecho podemos rechazarlos) y nuestro personaje contará con una pistola, una ballesta (con diferentes tipos de virotes) y una gran cantidad de artefactos que nos resultarán de gran ayuda para cumplir nuestra venganza, cosa que podemos hacer sin matar a un sólo enemigo si nos lo curramos un poco.

Y es que la experiencia de Dishonored 2 variará enormemente en función de nuestra mentalidad, pudiendo optar por ser lo más sigilosos y no letales posibles (la opción más divertida y desafiante) o pudiendo asesinar a todo lo que se nos ponga por delante. En este sentido es de agradecer el esfuerzo de Arkane Studius por mejorar todas las mecánicas del anterior título, de forma que ahora es mucho más satisfactorio seguir cualquiera de los caminos que más nos guste. El combate ha mejorado enormemente y ahora tenemos más opciones para noquear a los enemigos sin matarlos, por lo que si os gusta ir a saco esta vez os encontrareis con una experiencia mucho más divertida y equilibrada que la del primer título.

Técnicamente a la altura, artísticamente destacable

En lo técnico nos encontramos con un producto que, si bien no destaca de forma espectacular, sí que se encuentra a un buen nivel, con buenas animaciones, texturas y una iluminación fantástica. Lástima que sin tener el parche de día 1 instalado los fps se resientan y haya bajones constantes, porque, a pesar de ser un problema sencillo de solucionar (se instala el dichoso parche y listo), es suficiente para empañar un lanzamiento que habría resultado casi perfecto de no ser por ello.

#Dishonored2 se presenta como una secuela que mejora a su predecesora Clic para tuitear

En cuanto al apartado artístico, hay que destacar el buen gusto que han tenido los chicos de Arkane a la hora de dar vida a Karnaca, la cual cuenta con una arquitectura maravillosa y con unos escenarios que parecen contar una historia por sí solos, sin necesidad de narrativa alguna. También merece la pena hablar de la estupenda banda sonora del título, con temas que se adaptan perfectamente a la decadencia de Karnaca y sus habitantes, y aunque no hay ninguno especialmente memorable todos se encuentran a un gran nivel. El juego nos llega con un doblaje al castellano de gran calidad, aunque los que prefieran disfrutarlo en su versión original se encontrarán con unas voces de mayor nivel.

Conclusión:

¿Qué dice Generación Friki?

Dishonored 2 es un ejemplo perfecto de cómo debería ser una secuela para que, como mínimo, no resulte un calco del juego original. Puede que el título no reinvente la rueda, y de hecho peca de ser algo continuista, manteniendo la estructura y bases del primer título, pero es capaz de sorprender gracias a sus más que suficientes novedades y a lo bien pulidas que están las mecánicas que ya estaban presentes en el primer juego. Un producto que disfrutarán los fans de la saga o aquellos que busquen un título con un historia lineal pero con un planteamiento abierto y lleno de posibilidades.

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