Que Minecraft es hoy por hoy una institución es un hecho. El creativo juego de supervivencia está más vivo que nunca, pese a que ya tiene un buen puñado de años a sus espaldas y no sólo cuenta con una autentica legión de seguidores, sino también con un buen puñado de imitadores que tratan, con más o menos éxito, de repetir el éxito del juego de Notch.
Sin embargo, también hay otro puñado de juegos que no sólo tratan de imitar la fórmula que llevó al éxito a Minecraft, sino que quieren dar un paso adelante y arriesgar añadiendo diferentes elementos que puedan enriquecer la experiencia de una manera u otra. Aquí es donde entra en juego Dragon Quest Builders 2; una secuela del juego con mismo nombre que ya cautivó con su interesante premisa a miles de fans del RPG y de los juegos “estilo Minecraft” ofreciendo una nueva manera de jugar a un juego de bloques y supervivencia.
Minecraft pero con contexto
Porque si en algo se podía mejorar Minecraft es en todo lo que tiene que ver con la progresión y la posibilidad de darle un uso más allá de lo estético a nuestras construcciones. La experiencia del juego de Mojang siempre ha sido bastante minimalista en este sentido, dejando además a la imaginación del jugador toda la parte argumental de la experiencia. Era fácil intuir que si Square Enix cogía la base de Minecraft, que ya de por sí es una experiencia jugable a prueba de balas, y le añadía por encima una capa RPG como sólo la compañía japonesa sabe hacer, el potencial del juego resultante podía ser impresionante.
De esta manera, Dragon Quest Builders 2 le añade un enorme puñado de posibilidades a la fórmula de Minecraft y, si bien es cierto que algunas no son más que una evolución de las que ya vimos en la primera parte, o simplemente de aquellas que ya estaban en el Minecraft original, otras, como todo lo que tiene que ver con la creación y gestión de nuestra isla y sus habitantes son completamente nuevas y aportan una divertidísima capa de profundidad (y un auténtico pozo de horas) a su propuesta jugable.
Tener que estar atentos a nuestros compañeros de viaje y sus necesidades, como el hecho de tener que construir dependencias para que estos vivan (las cuales recibirán una calificación dependiendo de diferentes factores, como tamaño o decoración), coman, duerman, cultiven, cocinen y se diviertan y las diferentes formas de alcanzar estos objetivos hacen que la construcción en Dragon Quest Builders 2 no solo sea muy divertida, sino que tiene un verdadero propósito en el juego que nos empuja a llevar más allá nuestra guarida para tener unos compañeros y aldeanos motivados.
La gestión de nuestras dependencias se hace sumamente interesante, ya que, creando cocinas, campos de cultivo o almacenes (entre otros), nuestros aldeanos podrán trabajar por nosotros desarrollando las recetas que conozcan, recolectando recursos o cocinando, permitiendo que nosotros nos podamos encargar de otras tareas. Esto a su vez nos impone otras responsabilidades, como el hecho de disponer de recursos, habitaciones e infraestructuras para poder acoger a toda nuestra población, convirtiendo el juego en una especie de “Sims” que aporta mucha frescura al conjunto y consigue que nunca nos sintamos solos en el mundo.
El juego, además, trata de contarnos una muy simple historia que ni es la más original ni está demasiado bien contada, pero que, sin embargo, termina cautivando por la personalidad de todos sus personajes y, sobre todo, por el excelente trabajo de traducción y adaptación al castellano, haciendo uso de bromas y expresiones “muy de aquí” que pueden gustar o no, pero es innegable que le aportan al conjunto un grado de personalidad y carisma importante.
Algunas diferencias que marcan su estilo
A diferencia de Minecraft, Dragon Quest Builders 2 nos propone un avance lineal a través de varias enormes islas. En cada una tendremos un motivo central y una propuesta jugable diferente que nos irá desbloqueando a su vez planos para nuestras dependencias, recetas y otras mecánicas que irán enriqueciendo hasta la locura la variedad de objetos y posibilidades disponibles. Estas islas propondrán una serie de misiones principales y secundarias que nos invitarán a construir, explorar, cultivar, excavar, pero siempre con algún elemento diferenciador. Por ejemplo: mientras en la primera isla todo gira alrededor del cultivo y de devolver a la vida un enorme árbol, en la segunda deberemos rehabilitar unas enormes minas mientras ponemos a punto un poblado minero.
Entre isla e isla el juego nos permitirá volver a nuestra base central en la que a su vez podremos ir aplicando todo lo aprendido para ir mejorando nuestro propio reino; es en este punto donde las horas construyendo se nos pueden ir de las manos intentando convertir nuestra, a priori, desolada isla, en un paraíso a nuestro gusto, ya que la variedad en materiales y construcciones de Dragon Quest Builders 2 nos permitirá dar rienda suelta a toda nuestra creatividad.
El equipo también juega su papel, y será necesario recolectar los materiales más exóticos para poder construirnos las mejores armas y armaduras para nosotros y nuestros habitantes. Esto pasa casi siempre por tener que eliminar algunos enemigos específicos y especialmente duros que pululan por los escenarios, dejando en evidencia el que es sin duda el punto más débil del juego: El combate.
El combate por desgracia se limita a hacernos spamear el botón de ataque y utilizar algún objeto curativo cuando nuestra energía baja. Algunos enemigos requieren de nosotros que ataquemos en algún momento concreto o que nos alejemos en otros, pero más allá de esto, y salvo quizá los jefes de final de cada región, el combate termina siendo sin duda demasiado básico, monótono y poco trabajado como para resultar mínimamente satisfactorio.
Técnicamente Dragon Quest Builders 2 está en general más pulido que Minecraft y que su primera parte, siendo los fantásticos modelados de los personajes, su diseño y animaciones obra de Akira Toriyama lo más destacable. En general resulta simplemente correcto en el apartado visual, pero ni destaca en nada, ni mucho menos deslumbra, siendo un juego técnicamente sumamente sencillo, centrado en la funcionalidad de los gráficos y dejando de lado, a veces demasiado, las filigranas visuales.
A nivel sonoro la cosa funciona mejor, ya que contamos con remezclas de algunos de los temas clásicos de la franquicia que suenan realmente bien, aunque quizá se echa en falta algo más de variedad.
Conclusión:
¿Qué dice la prensa?
En este caso las reviews de la prensa estaban disponibles entre 3 y 8 días antes del lanzamiento del juego.
Dragon Quest Builders 2 tiene un promedio de 8.6 en Metacritic otorgado por la prensa y un 7.8 otorgado por los usuarios.
Prensa nacional:
Meristation: 8.6
Hobby Consolas: 9.0
Vandal: 8.5
Prensa internacional:
IGN: 8.8
RPGGamer: 9.0
Destructoid: 7.5
¿Qué dice Generación Friki?
Finalmente, Dragon Quest Builders 2 se destapa como una verdadera alternativa a Minecraft, sobre todo si disfrutas más de las experiencias en solitario, siendo este un juego más centrado en la gestión y con algunas grandiosas ideas que amplían la experiencia de muy diferentes y estimulantes maneras. Un caballo ganador por parte de Square Enix, que se marca uno de los mejores juegos del género que hay actualmente.
Dragon Quest Builders 2
Destaca en:
- Si te gusta el género te atrapará sin remedio durante centenares de horas
- Toda la parte de gestión de nuestro pueblo
- La traducción y adaptación al castellano, de premio
Podría mejorar:
- Técnicamente es flojo, aunque es de esperar en este tipo de juegos
- El combate es aburrido y plano a mas no poder.
- El juego tarda casi un par de horas en arrancar y empezar a permitirnos hacer cosas.