FIREWATCH: vaya movida de bosque

El mundo del videojuego es un medio relativamente joven, sobre todo si lo comparamos con el cine o la música, por lo que no es de extrañar que cada vez crezca más y se atreva a adentrarse en terrenos inexplorados, buscando nuevas propuestas o enfoques que se alejan de las tendencias más clásicas y conservadoras, llegándose a cuestionar hasta que punto es necesario un buen gameplay cuando lo que se pretende es hacernos sentir parte de una historia que no podría ser contada de ninguna otra forma.

Bajo esta premisa nos llega “Firewatch”, la primera obra de la desarrolladora “Campo Santo” y que es un magnífico ejemplo de que un videojuego no tiene porque apoyarse en premisas jugables revolucionarias o especialmente excitantes para hacerse un sitio en nuestros corazoncitos gamers.

Si tuviese que englobar el juego en un género concreto creo que lo mas adecuado sería llamarlo “aventura conversacional” aunque si alguno lo llamaseis “walking simulator” tampoco irías muy desencaminados.

El título nos invita a ponernos en la piel de Henry, un hombre que ha tenido una vida algo complicada y que decide aceptar un puesto de trabajo como guarda forestal durante el verano para poder darse un respiro y así alejarse de sus problemas. Henry estará solo en plena naturaleza y su única compañía será una radio que podrá utilizar para comunicarse con Delilah, otra compañera de trabajo cuya torre podemos ver en el horizonte y con la que desarrollaremos una relación la mar de interesante.

De hecho se podía decir que la relación con Delilah es el eje central del juego ya que está perfectamente integrada en el gameplay y con tan solo pulsar un botón podremos sacar la radio y hablar con ella, ya sea para contestar a sus normalmente mordaces y sarcásticos comentarios o para informar de nuestro estado o de las cosas que nos encontremos en el bosque. Y es que al fin y al cabo nuestro trabajo consiste en estar alerta ante posibles fuegos (ya sean naturales o causados por campistas despistados) por lo que tendremos que ejercer nuestra labor y embarcarnos en largas caminatas para explorar los alrededores en busca de posibles peligros.

No os confundáis, estamos ante un juego que cuenta con un mundo relativamente abierto, aunque rara vez nos aventuraremos a explorar por nuestra cuenta ya que el título cuenta con un desarrollo esencialmente lineal, y aunque el bosque es muy bonito y cuenta con paisajes impresionantes tampoco es que haya muchas razones para recorrerlo mas allá de hacer avanzar la narrativa o deleitarse con los paisajes naturales que el juego nos regala constantemente.

En términos de posibilidades jugables el juego se queda algo corto de opciones (cosa que no es mala en absoluto): podemos andar, correr, trepar a algunos salientes, hacer rapel en puntos específicos del mapa, coger objetos para examinarlos y poco más. Es cierto que la forma de ubicarnos en el bosque es original, ya que tendremos que mirar el mapa y la brújula para saber donde demonios estamos (no usaremos ningún menú, Henry agarrara dichos objetos con su manos) pero no es un concepto totalmente nuevo y ya vimos cosas parecidas en títulos como “Far Cry 2”

Si bien esto puede sonar algo aburrido lo cierto es que no lo es en absoluto ya que el juego avanza gracias a una historia realmente interesante y a unos diálogos estupendamente escritos de los que, además,somos partícipes. Ya desde el primer momento notamos que algo raro pasa en el bosque y desde el instante en el que los sucesos más extraños comienzan a suceder una sensación de malrrollismo y de incomodidad se apoderará de nosotros hasta el final. En ese sentido el juego logra una inmersión fantástica: estamos solos en la Naturaleza, con la única compañía de una mujer a la que hablamos a través de una radio y sin posibilidad alguna de contactar con la civilización por lo que la sensación de sentirnos desamparados, observados y hasta asustados será una constante en nuestra aventura.

#Firewatch logra una inmersión fantástica: estamos solos en la Naturaleza Clic para tuitear

Otro tema que conviene mencionar en mayor profundidad es el de los diálogos, Delilah nos hablará constantemente y nosotros podemos elegir nuestras respuestas, pudiendo ignorarla por completo si no nos apetece hablar o decidiendo si contarle ciertas cosas u ocultárselas, siendo muy fácil llegar a desconfiar de ella. Hay que destacar que no estamos ante un “elije tu propia aventura” por lo que la historia no cambiará en función de cómo le hablemos a nuestra amiga, aunque nuestra relación con ella sí que puede variar (aunque tampoco demasiado) según nuestras respuestas. Puede sonar decepcionante pero os aseguro que los diálogos son muy absorbentes y que en todo momento tenemos la sensación de ser parte de la historia.

Gráficamente el título cuenta con una estética casi cartoon, destacando la recreación del entorno y algunos efectos de luces. No estamos ante algo revolucionario y es mas bien modesto en ese sentido, pero hay que admitir que no hay problemas ni fallos destacables y que si obviamos algunos tirones muy ocasionales todo va como la seda.

Si hay que ponerle una pega al juego creo que lo mas destacable es su escasa duración (entre 5-6 horas) ya que se puede terminar en un par de sesiones de juego y eso no mola. Es cierto que dura lo que tiene que durar y que alargarlo porque sí habría sido estúpido, pero siempre resulta molesto acabar tan rápido un juego que te está gustando.

No hay duda de que “Firewatch” es un juego diferente que no gustará a todos. Cuenta con unos diálogos brillantes, unos paisajes preciosos y una historia muy personal que trata temas como la confianza y las relaciones con otras personas mediante una trama muy misteriosa y bien construida que sabe mantener nuestro interés desde el minuto uno. Es corto y jugablemente no ofrece gran cosa, pero todos aquellos que busquen una historia diferente e interesante deberían darle una oportunidad. Recuerda que “Firewatch” juega contigo y con tus expectativas así que igual podrías llevarte una grata sorpresa…o una amarga decepción.