HORIZON BURNING SHORES: Tutorial de cómo hacer un AAA next gen.

Ha pasado aproximadamente un año y medio desde que completé Horizon: Forbidden West. Desde entonces he de reconocer que el juego ha estado muy presente para mí durante los últimos meses por muchos motivos, y es que no hay mejor verdugo que el tiempo para poner cada cosa en su lugar y, para bien o para mal, Forbidden West se ha convertido en una buena vara de medir sobre cómo debería ser un juego AAA next gen con todas sus letras: una producción de esas que no hace nada mal y que, además, a nivel técnico, despeina a cualquiera.

Un DLC que viene a confirmar lo que ya sospechábamos.

Horizon Burning Shores (2023) es una vuelta de tuerca a todo lo que unos meses atrás nos maravilló de la segunda parte de las aventuras de Aloy, puliendo por el camino algunas asperezas y permitiéndonos mirar por el ojo de la cerradura a lo que nos depara el futuro de la saga en su tercera parte.

Un DLC que ronda las 10 horas para los más cagaprisas, pero que duplica, o incluso más su duración si decidimos perdernos en las historias paralelas que las costas ardientes de una devastada Los Ángeles tiene para ofrecernos.

LEER NUESTRO ANÁLISIS DE ⇒ HORIZON FORBIDDEN WEST

Tal y como ya pasó con Horizon Zero Dawn y su DLC Frozen Wilds, Burning Shores es una expansión de contenido que aborda ideas y conceptos nuevos que parece que tienen más de globo sonda para testear la acogida del público de cara a su posible implementación en la tercera parte que a un simple “copia y pega” de lo que ya vimos en el juego original.

De esta manera podemos observar cómo las misiones secundarias se han vuelto mucho más interesantes por el camino. Unas misiones que ahora sabes cómo empiezan, pero que sus giros argumentales hacen que nunca sepas cómo van a acabar, con unas historias más interesantes y unas propuestas que van mucho más allá del típico encargo de recadero.

Por eso Burning Shores está bastante menos por avasallarnos con iconos en el mapa y más por permitir al jugador que descubra el contenido a su manera, con muchos puntos de interés contextuales que invitan a explorar una ciudad de Los Ángeles mucho más vertical de lo acostumbrado en el anterior juego y completamente diseñada para ser navegada a vista de pájaro.

Los mejores gráficos “next gen”, así, sin paliativos.

Si Horizon Forbidden West ya ostentaba (sin ningún atisbo de duda si me preguntáis) el podio a mejores gráficos en un videojuego a día de hoy, Guerrilla Games ha decidido, sin que nadie se lo pidiese, arrebatarse a sí mismo el podio con Horizon Burning Shores.

Si retrocedemos un poco, podemos recordar que el DLC suscitó polémica por su “mercantilista” decisión de aparecer sólo en PS5, dejando PS4 de lado para poder, según Guerrilla, “ofrecer una experiencia única en next gen”.

Y es que amigos, hay veces (muchas) en que los estudios mienten. Ya estamos acostumbrados a que las empresas nos suban el “hype” con promesas sobre espectaculares características gráficas y jugables en un nuevo título para después dejarnos con cara de idiotas en el día del lanzamiento, así que no puedo juzgar a nadie por desconfiar de las palabras de Guerrilla al respecto.

Sin embargo, a pocas horas que se inviertan en disfrutar de Burning Shores, queda más que patente que el acabado técnico del que goza es sencillamente algo que no tiene parangón a día de hoy, Ni Cyberpunk, ni Red Dead Redemption 2, ni nada puede hacer frente a las azules aguas de Santa Mónica, sus fallas, sus bosques y su flora. Horizon Burning Shores tiene los mejores momentos visuales que un juego puede ofrecer a dia de hoy, pero Guerrilla aún guarda un as en la manga para todo aquel que decida llegar hasta el final de sus misiones principales, ofreciendo un espectáculo visual como nunca se ha visto hasta hoy, más teniendo en cuenta que todo funciona a unos rocosos 60fps. En mis 40 añazos no son pocas las veces que la industria me ha dejado atónito con despliegues técnicos, pero Burning Shores y su última misión posiblemente permanezcan conmigo junto a la primera vez que vi Super Mario 64, Shadow of The Colossus, o la fase del helicóptero de Uncharted 2, un pequeño espacio VIP en mi corazón de gamer solo reservado a esos momentos “wow” que te dejan sin palabras y esperando ver salir humo de la consola de un momento a otro.

Imprescindible si te interesa la historia de Horizon

Más allá del fastuoso despliegue técnico, de las nuevas y estupendas máquinas, armaduras y armas, y de sus escasas pero muy bien aprovechadas novedades jugables, Horizon siempre se ha caracterizado por tener una estupenda historia que contar, una que no se conforma con explicar por qué nos tenemos que curtir el lomo contra robots dinosaurios, sino que además lo hace con maestría, dándole coherencia e interés a su increíble universo de una manera que hasta ahora creía reservada a los grandes maestros del worldbuilding, como son Brandon Sanderson, James Cameron, o John Scalzi, si me permitís nombrar a algunos de mis favoritos.

La historia sigue en el punto donde Horizon Forbidden West nos dejó y pretende contarnos un capítulo intermedio que ata algunos cabos y da algunas pistas sobre qué podemos esperar de la próxima entrega principal de la saga. El nivel narrativo se mantiene, aunque como ya hizo Frozen Wilds con su narrativa, la trama no trata tanto de “aquello” sino de “esto” siendo Burning Shores un episodio que se centra en los Queen (una tribu de la que solo rascamos la superficie en la anterior entrega) en Aloy y su evolución como personaje y en Seyka, un personaje que ciertamente parece que tendrá mucha relevancia en el futuro y del que se han desprendido ciertas polémicas a razón de una escena (opcional) al final del juego.

Por desgracia, en la industria del videojuego el “gran público” todavía no está preparado para ciertas conversaciones. Está claro que 40 años de marines calvos espaciales, bárbaros en taparrabos, rangers americanos armados hasta los dientes, y personajes como Duke Nukem, Larry, o aquel primer Kratos le han dado a las masas una falsa imagen de lo que debe y no debe ser un protagonista de videojuego, pero eso es un tema para otro día.

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Si tenemos que hablar de los contras, que los hay, creo que es necesario mencionar lo mal que funcionan los accesos rápidos de ítems y trampas, heredado de los anteriores juegos y que pide a gritos un cambio. Que la gran mayoría de misiones principales las pasamos acompañados por uno u otro personaje a veces funciona en detrimento de la inmersión, y que nos encontremos con algunos momentos de pop in y texturas que no cargan dejan entrever que el Decima Engine aún necesita algún retoque para volver a sorprendernos de cara a la tercera parte de Horizon, que es desde ya, uno de mis juegos mas esperados para los próximos años.