LOS VIDEOJUEGOS DE JURASSIC PARK: los dinosaurios no se extinguen en las consolas

Desde hace una semana, podemos conseguir en las tiendas la película “Jurassic World” (2015) en DVD y Blu – ray en diferentes ediciones. Se trata de una película que ha llegado a alcanzar el tercer puesto en la taquilla mundial, sólo por detrás de “Avatar” (2009) y “Titanic” (1997). Estamos ante la cuarta entrega de una saga que empezó allá por el año 1993 con “Jurassic Park”, en la que un parque con dinosaurios recibe la visita de unos expertos para valorar su viabilidad. Del mismo modo que estamos viviendo las últimas semanas con toda la información que nos llega de la que promete ser la película del año, “Star Wars. El despertar de la fuerza” (2015), hace más de dos décadas los niños de la época también nos sentimos desbordados con los dinosaurios de la última obra de Steven Spielberg. Fue una revolución en el séptimo arte, por las técnicas utilizadas y por la cantidad de escenas míticas que hoy conforman un mito en la historia del cine, y por las sensaciones que nos hizo vivir a grandes y pequeños que veíamos cómo cobraban vida unos seres a los que poníamos cara y cuerpo más allá de lo que nuestra imaginación nos permitía.

La campaña de marketing y la gran cantidad de productos de merchandising que llegaron a las tiendas fue abrumadora. Todos estos movimientos de mercado supusieron un éxito de ventas en todos los campos. Como era de esperar, el mundo de los videojuegos no iba a ser menos. Desde entonces se han lanzado una gran cantidad de títulos en los que los grandes reptiles que gobernaron la Tierra hace más de 65 millones de años eran los protagonistas. En este artículo os recopilo los videojuegos más representativos de “Parque Jurásico”. Os invito a que los disfrutéis del mismo modo que lo haría el gran Richard Attenborough en el papel de John Hammond: “¡Bienvenidos a Jurassic Park!”.

Jurassic Park (Mega Drive, 1993)

El primer cartucho para Mega Drive basado en la película era un juego de plataformas con grandes y atractivas novedades. Para empezar podíamos elegir entre dos personajes: el Dr. Allan Grant o un velociraptor, uno de los más fieros y temidos dinosaurios que nos mostraba la cinta. Mientras que el Dr. Grant iba recopilando diferentes tipos de armas para ir superando los obstáculos y los enormes reptiles, el velociraptor hacía acopio de sus virtudes físicas para atacar tanto a humanos como dinosaurios en unos escenarios adecuados para explotar sus habilidades. Más tarde, se lanzó una especie de continuación, “Jurassic Park: Rampage Edition” (1994), que seguía el mismo estilo con nuevas situaciones. El juego original resultaba muy entretenido y su curva de dificultad sabía ponernos en algún que otro aprieto. A pesar de no mostrar unos gráficos muy detallados, era un buen juego y el hecho de recordarlo trae muy buenos recuerdos a todos los que lo jugaron.

Jurassic Park (Super Nintendo, 1993)

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la guerra entre Sega y Nintendo o, lo que es lo mismo, Mega Drive y Super Nintendo, era de lo más encarnizada. Con los juegos de “Jurassic Park” tenemos otro gran ejemplo. La entrega de Super Nintendo se decantaba más por la exploración y los disparos en un amplio mapeado. En líneas generales, los niveles de detalle eran mejores que los de su competidora. Además, apostaba por una perspectiva y experiencia distinta a la que nos tenían acostumbrados las consolas de 16 bits. Con este juego la típica discusión de aquellos años estaba asegurada:

• El de Super Nintendo es mejor.
• ¡No! El de Mega Drive es más chulo.

The lost world: Jurassic Park (Mega Drive, 1997)

Sega aprendió la lección del anterior juego y decidió poner toda la carne en el asador. “Jurassic Park. The lost World” en Mega Drive tiene el honor de ser el último juego de la consola en comercializarse en Europa. Seguía la estela marcada por el cartucho de Super Nintendo: unas fases amplias en las que debíamos cumplir diferentes misiones. Una de las grandes apuestas del videojuego fue la de poder jugar a dobles abriendo un amplio abanico de posibilidades a la hora de generar una estrategia en determinadas pantallas. Otro de los atractivos era manejar un jeep o una lancha y disfrutar de los parajes que nos ofrecía la isla. Todo un lujo para el jugador. Por último, hay que destacar la variedad y dificultad de los jefes finales en los que debíamos manejar vehículos al tiempo que disparábamos a los objetivos esquivando todo tipo de obstáculos. Un juego muy completo que pecaba de repetitivo en su parte final porque las misiones no conseguían aportar ninguna novedad más allá de la dificultad que iba en aumento.

The lost world: Jurassic Park (PSX y Saturn, 1997)

El salto generacional vino acompañado de un nuevo videojuego que mezclaba los aspectos más positivos de los juegos de las ya antiguas consolas. En esta ocasión, podíamos controlar a personajes humanos y dinosaurios (incluido el mismo Tiranosaurius Rex) en un mundo tridimensional de avance lateral. Los gráficos vistos desde la perspectiva de hoy día pueden herir sensibilidades por la limitación de polígonos en pantalla pero a finales de los noventa fue un juego más que aceptable.

The lost world (Arcade, 1997)

Hace unos años, los salones recreativos eran mucho de lo que hoy en día son. Los que no han cerrado han quedado relegados a ser los videojuegos que hay al lado de la estructura de bolas en un centro comercial. A finales de los noventa, las grandes máquinas de disparos como “The House of the Dead” (1996) o “Time Crisis” (1997) eran algunos ejemplos de las reinas de las “maquinitas”. A ellas se les unió otro mueble en el que los dinosaurios eran los grandes protagonistas. Con las pistolas de la máquina, había que abrirse paso a través de algunos escenarios de las películas gobernados por dinosaurios. El ritmo frenético, la cantidad de enemigos en pantalla y lo divertida que resultaba al jugarla con amigos, hicieron de esta recreativa todo un referente en su género.

Jurassic Park: The game (PS3, XBOX 360, PC, iOS, 2011)

Si juntamos un estudio como Telltale Games con una saga cinematográfica de éxito, por lógica tiene que salir un juego que esté a la altura. Pues resultó no ser así. Más que un videojuego, estamos ante una película interactiva en la que unos personajes ajenos a la historia se adentran en el parque y van viviendo diferentes situaciones en forma de “quick time events” insulsos. La escasa emoción acompañada de unos personajes planos en lo que a sentimientos se refiere tiraba por los suelos unos gráficos más que decentes. Una oportunidad perdida…

LEGO Jurassic World (Multiplataforma, 2015)

Con motivo de la llegada a los cines de “Jurassic World”, LEGO decidió apostar por los dinosaurios para sacar su nueva entrega cinematográfica al estilo de sus famosas piezas. Tras “Star Wars“, “Harry Potter“, “Indiana Jones“, “Piratas del Caribe” o “El señor de los anillos“, este pasado verano les llegó el turno a los dinosaurios. El juego recopila las aventuras de las cuatro películas pudiendo asumir el papel de todos los personajes, contando cada uno con características especiales. El humor y las bromas no faltan en un juego en el que los amantes de las películas pueden disfrutar paseando y descubriendo los rincones de los escenarios, y los más pequeños de la casa pueden iniciarse en el mundo de los dinosaurios. ¿No pensáis que le tendrían que haber añadido un nivel de dificultad llamado “tacones”?

Aunque se extinguieron hace más de 65 millones de años, los dinosaurios gozan de buena salud en el mundo de los videojuegos.

Hasta aquí este repaso por los juegos más representativos de “Jurassic Park”. No están todos los juegos que han salido en los diferentes formatos y plataformas pero considero que los que he reseñado consiguen unir las virtudes de una saga de películas que desde hace más de 20 años nos ha emocionado y nos ha hecho disfrutar en los asientos del cine o en el sofá de casa con un buen paquete de palomitas y un gran vaso de refresco.

De igual modo, podéis relajaros viendo este vídeo en el que se recrea la primera película en forma de un juego de 8 bits. Muy ingenioso.

Y ya sabéis, “no hemos reparado en gastos”.