MAD MAX: casi… pero no

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Cuando leí que Avalanche Studios, creadores de la estupenda saga “Just Cause” se encargarían del nuevo juego de “Mad Max” no tuve más remedio que frotarme las manos pensando en todo lo que los creadores de la loca saga de Rico Rodríguez podrían ofrecerme con la renovada y fantástica franquicia “Mad Max” y su nueva, minimalista, salvaje y estéticamente abrumadora película.

Sin embargo, después de unos minutos me paré a reflexionar sobre Avalanche y “Mad Max” y en el pantanoso género en el que se estaban metiendo. Y es que si hay un género en la “next gen” en el que la competencia es feroz, este es sin duda el Sandbox o los juegos de mundo abierto, a saber:  “Sombras de Mordor“, “Assassins Creed“, “Infamous Second Son“, “Grand Theft Auto V“, “Metal Gear Solid V“, “Sunset Override“, “Far Cry 4“, “Batman Arkham Knight” “The Witcher 3” y unos cuantos más, a los que se sumarán otro buen puñado de títulos de aquí a finales de año, incluyendo “Just Cause 3“, también de Avalanche Studios. Además, para empeorar el panorama, podemos afirmar sin ningún miedo que entre los citados y los pocos omitidos se encuentran sin duda los mejores títulos en lo que llevamos de generación, cosa que espantaría a cualquier estudio pequeño o mediano a la hora de aventurarse en el abarrotado género de las cajas de arena.

Aún con todo esto, Avalanche nos propone encarnar el papel de Max y movernos libremente por las desoladas y desérticas llanuras del yermo cumpliendo misiones, haciendo recados, mejorando nuestras estadísticas y,  de vez en cuando, avanzando en la historia. Vaya, más o menos todo lo que podemos esperar de cualquier Sandbox. Y he aquí el problema; “Mad Max”  es demasiado “cualquier sandbox”, ya bien por lo repetitivo de su gameplay, o bien por la alarmante falta de interés por incluir nuevas mecánicas jugables que enriquezcan al juego. “Mad Maxcae demasiado rápido en la rutina, y al igual que la ira lleva al lado oscuro, la rutina lleva al aburrimiento. “Mad Max” se limita a coger cosas que gustaron aquí y otras que agradaron allá para crear un pastiche, una suerte de monstruo de Frankenstein hecho de trozos de otros Sandbox que no termina de encajar bien todas sus partes, unas partes que demasiado a menudo se nota que están extraídas de cuerpos distintos, creando una sensación anti climática que estropea el conjunto, y por si fuera poco de paso hereda también algunos defectos de aquellos juegos en los que se inspira.

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La competencia dentro del género Sandbox es feroz

Uno de los males endémicos de los Sandbox es sin duda la casi inevitable sensación de ser “el chico de los recados” de alguien, pasándonos muchas veces la mayoría del tiempo recorriendo el mapa de aquí para allá en pos de cumplir los caprichos de ese personaje que tiene la clave para que podamos avanzar en el juego. Sin duda este es un recurso tan válido como cualquier otro siempre y cuando el guión y el gameplay acompañen, sin embargo en la aventura desértica de “Mad Max” todo se torna demasiado pronto en una repetición constante de esquemas jugables que poco o nada tienen que ofrecer al jugador que cargue con un puñado de juegos del mismo género sobre sus espaldas (y vista la lista de arriba, a poco que juguéis, seguro que habéis jugado a más de uno) , convirtiendo la experiencia demasiado pronto en un montón de misiones rutinarias que debemos cumplir en distintos puntos del mapa y que ya hemos cumplido mil veces más en otros juegos.

Gráficamente el juego resulta fluido y nítido, la carencia de vegetación y de relieve en los escenarios propicia que todos los elementos del juego estén cargados con mucho detalle y buena factura técnica y artística. Cabe destacar la estupenda optimización que ha llevado a cabo Avalanche en la versión de PC, moviéndose muy fluido en equipos realmente modestos. Sea como fuere, “Mad Max” logra un equilibrio entre fluidez y detalle que hacen que si bien el escenario se vea a veces ligeramente vacío, todo el transcurso de la aventura resulte robusto y suave en términos de framerate, lo que siempre es de agradecer.

Hablando puramente de gameplay, las mecánicas cojean. Cojean por que “Mad Max” quiere ser muchos héroes, pero no es ninguno; quiere imitar a “Batman Arkham Knight” con su sistema de pelea cuerpo a cuerpo, pero Max no es Batman (qué más quisiera). También copia las incursiones de Talion, el montaraz, a los bastiones de más allá de la puerta negra en “Sombras de Mordor” y las atalayas de nuestros amigos los Assassins y el gancho de Rico en “Just Cause” (quizá esto sea lo más justificado de todo, al fin y al cabo). De cualquier modo, poco habría que reprochar si todas estas mecánicas se hubiesen copiado con la maestría de sus juegos referentes ya que, al fin y al cabo, en los videojuegos, igual que en otros medios, al final resulta que todo es una copia de todo. Pero resulta que la mayoría de los engranajes jugables que coge prestados de otros títulos no terminan de estar del todo bien implementados, y los que Avalanche aplica por sí misma son poco inspirados y convierten al juego en una experiencia extremadamente repetitiva, sobretodo pasado su ecuador.

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Mad Max no es un mal juego, pero su competencia ha puesto el listón demasiado alto

Por desgracia para todos, “Mad Max” como Sandbox es ese chiste contado demasiadas veces y del que ya nadie se ríe, una sucesión de tópicos ejecutados con mayor o menor acierto, que si bien en la suma de todos sus factores no dan en resultado un juego malo, ni mucho menos, a la hora de medirse en pulso contra los gigantes con los que comparte género, sale, casi siempre, perdiendo por mucho.

Si “Mad Max” hubiese sido un juego de la pasada generación, posiblemente ahora estaríamos hablando en otros términos, pero por desgracia si en algo han destacado Ps4 y Xone en estos dos fatídicos años de refritos y desesperanzas es en que han sido capaces de ofrecernos unos Sandbox realmente magistrales, convirtiendo al género en un espacio tabú para las desarrolladoras más humildes.

En definitiva, si eres fan de las películas sin duda sabrás pasar por alto todos los defectos que convierten a “Mad Max” en un juego modesto (que no malo) y hallarás en este demasiado poco pretencioso Sandbox un montón de momentos agradables con los que expandir el universo de la saga, que sin duda los tiene. Sin embargo si ya vienes de disfrutar de otros Sandbox y juegos de mundo abierto recientes, como “Metal Gear V“, o “The Witcher” es posible que prefieras esperar a que las aventuras de “Mad Max” bajen, como mínimo, a mitad de precio para darte ese paseo por el desierto que tanto apetece ahora que empieza el fresquito.

6.9 out of 10 stars (6,9 / 10)

 

About Adrian

Adrian Arribas es fundador de Generación Friki. Apasionado de los videojuegos, el manga y el cine desde la más tierna edad, también se encarga de redactar artículos para todas las secciones, aunque se centra especialmente en videojuegos, cine y eventos. Fuera de Generación Friki Adrian es desarrollador de software.

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