NI NO KUNI 2 EL RENACER DE UN REINO: un golpe de estado para todos los públicos

Que a las personas nos gusta mezclar elementos de lo más diferentes para ver qué sale es un hecho, otra cosa es que finalmente quedemos satisfechos con el resultado. Sin embargo, de hacer experimentos con gaseosa han salido éxitos como Orgullo Prejuicio y Zombies (clasico literario + zombies), los nachos con queso (nachos + queso), FarCry Blood Dragon (Farcry 3 + todo el molamiento de los 80), o Ni No Kuni 2 (videojuegos + Ghibli), La secuela del videojuego del mismo nombre y de la que hoy hablamos.

Con Ni No Kuni 2: El renacer de un reino (Level 5, Square-Enix, 2018) Level 5 venía de una fórmula de probado (y evidente) éxito; y es que se me ocurren muy pocas cosas que puedan combinar tan bien como un JRPG de fantasía y el estilo artístico, narrativo y musical del amadísimo (y con razón) Studio Ghibli, el estudio de anime que está detrás de verdaderas obras de arte como Porco Rosso o La princesa Mononoke.

Repitiendo la fórmula de éxito.

De esta manera, Level 5 mantiene la fórmula que tan buenas críticas le trajo con el primer Ni No Kuni, es decir; un JRPG de corte completamente clásico en el que el peso recae principalmente en sus virtudes artísticas y en un argumento de fantasía que protagonizan unos personajes que nos recuerdan poderosamente a otros ya vistos en obras de Ghibli.

En el caso de Ni No Kuni 2 la desarrolladora opta por un enfoque aún más clásico (si cabe) abandonando el ingenioso sistema de batalla de la primera parte para optar por otro, que si bien se mantiene en el limbo entre el RPG y la acción (optando mucho más por lo segundo) toma la sencillez por bandera intentando así hacerse accesible para las nuevas generaciones (generaciones por otro lado muy poco interesadas por este género, y que, probablemente, nunca repararán en este juego).

Al nuevo sistema de combate se le agrega un también nuevo minijuego de estrategia en tiempo real, moderadamente interesante pero no obligatorio salvo en un par de ocasiones contadas y otro que nos invita a gestionar nuestro reino, decidiendo dónde colocamos nuestros activos más valiosos para potenciar mediante la investigación diferentes mejoras para nuestro reino, personajes o ejércitos.

En principio parecen cambios importantes y adiciones de peso, pero una vez metidos en harina resultan casi opcionales y podemos acabar la aventura pasando de puntillas por estos. Ni que decir tiene que, aun siendo opcionales, componen una parte importante del juego (sobre todo el minijuego de gestión del reino) y tienen algunas sorpresas reservadas para los que decidan profundizar en ellos.

La personalidad la pone el apartado artístico

Sin embargo, una vez que cruzamos el ecuador de Ni No Kuni 2 (lo cual no será antes de las 20 horas de juego) empezamos a ver ciertas costuras desagradables, fruto de un argumento y unos personajes poco trabajados para un juego de estas características.

Y es que Ni No Kuni 2 El renacer de un reino hubiera funcionado a las mil maravillas como película, o incluso como serie corta, pero lo que la historia tiene que contarnos se queda corto para un JRPG de más de 40 horas. Esto desemboca en un lento desarrollo de los acontecimientos, con demasiados encargos adicionales que dilatan lo máximo posible el tiempo entre cada avance relevante en el argumento, agravando esa sensación de recadero que muchas veces empobrece este tipo de obras y evidencia el poco trabajo puesto en la vertiente argumental y el sobresfuerzo que se realiza para compensarlo a nivel jugable, dando como resultado un evidente desequilibrio entre la cantidad de horas que necesitamos jugar para que se nos recompense con un avance significativo en el argumento.

Sinceramente, creí que aquello de “antes de dejarte pasar, debes traerme las tres reliquias que casualmente están en un bosque, en un volcán y en una montaña helada” habían pasado a mejor vida en las narrativas modernas, y que los guionistas contaban hoy con más recursos para hacernos navegar por un mundo que, por todo lo demás, está repleto de detalles y belleza, y que da gusto perderse en él.

Es probable que Level 5 se haya relajado en este aspecto (mucho) más de la cuenta, pues Ni No Kuni 2 sigue brillando con luz propia en el resto de apartados.

Un clásico moderno

Como ya he comentado, Ni No Kuni 2 echa sus raíces en lo más profundo del género, ofreciéndonos tanto en desarrollo como en mecánicas un JRPG de los más tradicionales en el que, por ejemplo, viajamos por un mapamundi con versiones “Super Deformed” (los clásicos cabezones) de nuestros personajes y accedemos después a áreas más especificas que suelen dividirse entre entornos naturales, poblados y mazmorras, todos con sus elementos clásicos del género. Elementos implementados, eso sí, con la maestría y la experiencia de uno de los mejores estudios japoneses, como es Level 5, lo que es una garantía de la máxima calidad y equilibrio jugable.

Cabe destacar en este aspecto algunos de los puzles a los que nos deberemos de enfrentar en determinadas mazmorras (de las que no sería cortés revelar demasiado), que requerirán toda nuestra atención para ser completados y que, tanto por su dificultad como por su ingenioso desarrollo, constituyen una de las mejores sorpresas del juego.

En cuanto al sistema de combate, si bien se ha simplificado y orientado en líneas generales hacia el action-rpg, en el seguimos encontrando un gran factor de estrategia y personalización, consiguiendo un resultado bastante notable que sólo se ve lastrado por la baja dificultad general de los combates, un pequeño defecto (para algunos, pues el tema de la dificultad siempre es subjetivo) que Level 5 solucionó hace poco con la adición gratuita en forma de parche de un nuevo modo de dificultad que nos pondrá las cosas más complicadas y nos forzará a sacarle todo el jugo a las diferentes configuraciones estratégicas.

En lo visual, arte en movimiento

Visualmente estamos ante un juego que parece más una película de animación que un videojuego, sólo delatado en ocasiones por algunas animaciones algo robóticas en cinemáticas de poca importancia. Su diseño artístico, inspirado en los diseños del Studio Ghibli (quien esta vez no participa de manera oficial en el juego, pero sí lo hacen varios integrantes habituales del estudio y cuenta con su beneplácito), es una auténtica delicia para los sentidos, pues el diseño de personajes, criaturas, escenarios y composiciones musicales está basado en algunas de las obras más famosas del estudio.

También ayuda la robusta tasa de frames por segundo, que se mantiene en 60fps a 1080p (cifras que aumentan en PS4 Pro y PC ) durante la mayor parte del tiempo, lo que es todo un logro.

Por desgracia, Ni No Kuni 2 no está entre los mejores JRPGs que han pasado por mis manos últimamente, pero es que (para mi gozo) la competencia últimamente es feroz, con titanes de la talla de Persona 5, Xenoblade Chronicles 2, o Nier: Automata. Sin embargo, es imposible darle la espalda a sus más que evidentes virtudes, siendo posiblemente, el RPG más bello de toda la generación.

Digna de mención es también la impresionante edición coleccionista del juego, un dato que generalmente paso por alto en casi la totalidad de los juegos, pero que en el caso concreto de Ni No Kuni 2 creerme si os digo que vale su peso en oro (y pesa lo suyo), incluyendo ésta un vinilo completamente serigrafiado a todo color con una gran selección de temas, un increíble libro de ilustraciones con los diseños a acuarela de los personajes, enemigos y escenarios, y una preciosa caja de música de gran tamaño y acabado excelente que hará las delicias de cualquier coleccionista.

Finalmente, no puedo dejar de pensar en el sabor de boca agridulce que me deja este Ni No Kuni 2, no tanto por lo que es, que sin duda es un muy buen juego, sino por lo que podría haber sido, y es que Level 5 no ha sabido sacarle todo el potencial a este diamante en bruto, no tanto por sus decisiones de diseño, pues sigue siendo un gran Jrpg de corte clasico, sino por su escueta historia, que pese a tocar muchos temas a priori muy interesantes, no termina de atreverse a profundizar en ninguno ni a dedicarle a los personajes el tiempo para desarrollarse que merecen y que en contrapunto rellena horas de juego con arcos vacíos que no aportan nada. Hechos que resultan doblemente negativos en un género que se cimienta en su argumento.

Conclusión:

¿Qué dice Generación Friki?

Ni No Kuni 2 El renacer de un reino es un buen JRPG, uno de los mejores de la generación, pero que queda justo detrás de los grandes por una mera cuestión de conformismo. Aun con todo, si ya has jugado a Persona 5, Xenoblade Chronicles 2, o Nier: Automata y tienes ganas de más JRPG, esta es, indudablemente, la siguiente opción.

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