Por fin, ya esta aquí, uno de los títulos más esperados de este 2016 salio a la venta en PS4 el pasado 10 de Agosto (en PC salió el día 12) y quienes lo adquirieron ese mismo día ya han podido pasar ya un buen tiempo explorando el universo que Sean Murray y el pequeño equipo de Hello Games han creado para nosotros.
Por supuesto hablamos de No Man’s Sky un título que desde su presentación allá por Diciembre de 2013, no ha dejado indiferente a nadie, separando la opinión de la comunidad gamer de forma drástica entre aquellos que creen que el juego es una tontería sin sentido ni objetivo alguno y entre los que encuentran en el sandbox espacial un sueño de la infancia hecho realidad. Son pocos los que tienen una opinión intermedia, y a prácticamente nadie le deja indiferente, algo que se ha ido acrecentando conforme se acercaba la fecha de salida, resultando en uno de los desarrollos de videojuegos más seguidos (y con más hype a su alrededor) de los últimos años.
¿Qué demonios es No Man´s Sky?
Pero ahora que el juego esta entre nosotros, y después de toda la vorágine de noticias y polémicas rodeando su estreno, toca preguntarse: ¿ha estado No Man’s Sky a la altura de las expectativas? ¿o acaso ha supuesto este arriesgado experimento otro caso de muerte por hype, como ya sucedió con Spore (y otros tantos títulos) en su momento?.
Como siempre, la respuesta no es tan sencilla, y he jugado como un loco al título de exploración espacial durante este tiempo para poder realizar un artículo con conocimiento de causa e intentar responder a la pregunta del momento ¿qué demonios es No Man’s Sky? aclarando así las dudas de los que estén meditando si merece o no la pena embarcarse en esta inabarcable space opera con estética setentera y música electrónica. Vamos a ello.
Arrancamos el juego de Hello Games y lo primero que vemos es una cantidad ingente de estrellas a nuestro alrededor que dejamos atrás mientras avanzamos por un colorido cosmos de nebulosas y polvo cósmico, a medida que nos movemos el título del juego aparece en pantalla y, tras un fundido en blanco, “despertamos” con nuestra nave estrellada en un planeta cualquiera, sin tener ni idea de quienes o que somos, de dónde estamos o cual es nuestra misión.
Nuestra primera tarea es reparar nuestro pequeño transporte, para lo cual tendremos que recolectar materiales muy básicos y utilizarlos para volver a hacer funcionar los diferentes sistemas de nuestra nave. Lo curioso es que la información que te da el juego acerca de donde o como encontrar estos materiales es nula, de vez en cuando nos sale alguna notificación en la esquina inferior derecha de la pantalla que nos regala alguna pista sobre lo que tenemos que hacer a continuación o nos explica los controles más básicos pero, por norma general, No Man’s Sky es un juego que pasa olímpicamente de explicarnos nada, nos dice “este es mi universo, arréglatelas como puedas” y nos deja a nuestra bola para que hagamos eso mismo, lo que podamos.
Para los que estén acostumbrados a los títulos survival esto no les parecerá nada nuevo, es habitual que los juegos enfocados en la supervivencia no nos den demasiadas explicaciones, ahí reside gran parte de su experiencia jugable, pero con No Man’s Sky la cosa es diferente, la sensación de descubrimiento lo es todo, es su seña de identidad, y se esfuerza por llevar esa sensación a cada uno de los apartados de juego, consiguiéndolo en algunos con más éxito que en otros.
En #NoMansSky la sensación de descubrimiento es su seña de identidad Clic para tuitearLa generación procedural
Y es que si queremos hablar de las mecánicas del juego no nos queda otra que hablar, aunque sea muy por encima, de la generación procedural. A muchos os sonará la dichosa palabra, pero para los que no sepáis lo que es basta decir que es algo así como una generación de elementos de forma aleatoria, pero en vez de coger un montón de variables y juntarlas así porque sí a ver que sale, se crean una serie de normas (o “procedimientos”) para estas variables, de forma que lo que se genere lo haga de acuerdo a esas normas.
Suena complicado y de hecho lo es, pero no es la primera vez que se ha utilizado en un videojuego, Spore la utilizó para crear un universo muy similar en concepto al de No Man’s Sky, aunque con resultados bastante más mediocres, Shadow of Mordor se aprovechó de esta técnica para regalarnos el fabuloso sistema némesis que hizo a su juego tan único y Minecraft la convirtió en uno de sus elementos más característicos al generar mundos de un tamaño increíble en los que nunca sabíamos cual sería la geografía del terreno en el que empezaríamos a jugar.
En el caso de No Man’s Sky la generación procedural es el pilar básico sobre el que se asienta el videojuego, es lo que permite crear un universo casi infinito y meterlo en apenas 6 GB de almacenamiento y es lo que nos permite salir de un planeta al espacio sin tiempos de carga, algo que es absolutamente increíble la primera vez que lo haces, y que sigue molando después de haberlo hecho otras 50 veces más.
En la generación procedural reside la mayor virtud y a la vez el mayor fallo del juego de Hello Games, y es que si todo tu juego esta realizado de esta forma, sin que prácticamente nada este modelado a mano ¿cómo demonios lo llenas de contenido?. Sin duda es uno de los mayores desafíos a los que tuvieron que enfrentarse los desarrolladores, encontrando una solución parcial en la inclusión de diferentes puntos de interés en los diferentes planetas que nos encontramos. Estos puntos van desde diferentes bases en las que interactuar con NPC’s a naves estrelladas, edificios abandonados o ruinas y monolitos en los que podemos aprender más acerca del cuidado lore del juego.
Los puntos de interés no están nada mal y cada uno funciona como un pequeño minijuego en formato de aventura de texto (algo que resulta bastante original y efectivo) en el que podemos obtener recompensas si damos la respuesta correcta. Por ejemplo, podemos encontrar un terminal en una base que ha recibido una transmisión de una nave estrellada, pero para dar con la localización de la misma (y así poder repararla y quedárnosla) necesitaremos resolver un pequeño puzzle matemático muy sencillito que desbloquee el terminal y nos dé las coordenadas.
Es sólo un ejemplo, pero hay varios más, y lo cierto es que es un placer perderse por los diferentes planetas del juego, encontrándonos con estos “minijuegos” y obteniendo recompensas por superarlos, es casi como una aventura gráfica en 3d, y eso mola.
El problema viene cuando nos damos cuenta de que, una vez hemos vistos todos los puntos de interés, estos son los mismos en todos los planetas, lo que mata un poco la sensación de “wow” inicial y para mucho es lo que convierte el juego en aburrido y repetitivo.
Sin embargo esto no resulta un problema para otras personas, No Man’s Sky y la diversión que nos aporta parece depender enormemente del enfoque y los gustos del usuario, y es que la principal intención del juego, la de darnos exploración y descubrimiento infinitos, es un éxito rotundo.
No importa que sepamos qué tipo de situación pueda esperarnos en el próximo marcador, recorrer un paisaje completamente alienígena y extraño, sin saber qué nos encontraremos en la próxima colina; siempre es un placer para aquellos a los que les guste perderse en los mapeados y explorarlos a fondo. Es precisamente en la recreación de los planetas donde más destaca la generación procedural, regalándonos mundos con personalidad suficiente como para que nunca pensemos “oh, vaya, otra vez este sitio”.
Un universo rico en contenidos
Los diferentes climas a los que nos enfrentaremos, sumados a la presencia de flora y fauna, y a la distribución geográfica del terreno y el agua, resultan sorprendentemente versátiles a la hora de generar planetas muy diferenciados. No es lo mismo recorrer las llanuras de un páramo radioactivo sin ningún tipo de vida que cruzar un bosque de arboles y protuberancias alienígenas en el que unos pequeños seres mutantes corretean mientras emiten ruidos extraños y perturbadores.
La flora y la fauna son también pues una parte importante del juego, siendo la primera mucho más discreta ya que, a pesar de hacer un estupendo trabajo “decorando” los paisajes, cuenta con menor número de variaciones y no sorprende tanto como algunos de los animales que nos encontraremos en nuestro viaje. Animales cuyo aspecto y colores se adapta estupendamente al estilo de los planetas, con deformaciones y variaciones que resultan completamente locas y que consiguen transmitir a la perfección la sensación de encontrarnos en un mundo extraño donde no se aplican las mismas leyes que en nuestro planeta.
El juego utiliza algunos patrones y variaciones de forma más frecuente que otros, por lo que es habitual encontrarse ciertas criaturas muy similares entre sí de vez en cuando; sin embargo, a la generación procedural se le va bastante la pinza en ciertas situaciones, creando combinaciones completamente asombrosas, desconocidas e impactantes, que consiguen una gran sensación de haber descubierto algo realmente único en comparación con el resto de seres genéricos más habituales.
Y hablando de mecánicas…analizamos sus porqués
En cuanto al resto de mecánicas, No Man’s Sky destaca por ofrecer una gran libertad al jugador a la hora de decidir como quiere afrontar su partida: tenemos un comercio basado en la oferta y la demanda de elementos cuyos precios varían en función del sistema en el que nos encontremos. Su sencillez y accesibilidad hace que no sea complicado entender como funciona y nos permite aprovechar los diferentes precios de objetos y elementos para conseguir grandes cantidades de dinero aprovisionándonos de los productos más demandados del sistema para luego venderlos por precios desorbitados. Es una de las mecánicas que mejor funcionan, y podemos convertirnos en un auténtico magnate si aprendemos a dominarla completamente.
La exploración y la supervivencia también están debidamente recompensadas, pudiendo obtener grandes beneficios por catalogar a todas las especies de un planeta, encontrar materiales raros, o conseguir tesoros y secretos de cargamentos perdidos y monolitos ascentrales. No es tan efectiva como el tradeo, pero es con el apartado con el que más disfrutaremos y en el que No Man’s Sky apoya su principal propuesta jugable.
El combate es, por otra parte, un apartado mucho más discreto, con combates tanto en tierra como en el espacio que, si bien resultan entretenidos, no pasan de lo meramente anecdótico y carecen de ningún tipo de profundidad. Sorprende, eso si, lo efectiva que se vuelve la piratería una vez que instalamos las mejoras adecuadas en nuestra nave, pudiendo obtener grandes beneficios si nos las apañamos para robar los cargamentos de las grandes fragatas espaciales y sobrevivimos a los ataques de sus torretas y de los centinelas que nos atacaran cuando incumplamos “la ley”.
Y hablando de los centinelas, No Man’s Sky cuenta con otras tres razas de seres inteligentes con los que podemos interactuar. Los Gek, los Korvax y los Vy’keen se convertirán en nuestros “coleguillas” habituales y podremos interactuar con ellos mediante conversaciones en formato de aventura de texto que nos permitieran obtener diferentes recompensas en función de las respuestas que les demos. Estas conversaciones funcionan también como minijuegos, siendo de gran ayuda haber aprendido varias palabras de la lengua de cada una de las razas para poder entender mejor que es lo que nos están diciendo.
La necesidad de aprender estas lenguas resulta lógica y bastante original, y la búsqueda de palabras en ruinas y monolitos llega a picar bastante desde el principio hasta el final.
Lo mejor es que todas estas razas tienen un lore muy trabajado que podemos ir desentrañando a medida que interactuamos con ellos o mediante las ruinas antiguas que encontraremos en los planetas. Un lore que resulta ser uno de los platos fuertes del juego y que supondrán una gran motivación para aquellos que quieran empaparse con el y meterse de lleno en el psicodélico universo de Hello Games. ¿Qué son los centinelas?, ¿qué es la convergencia?, ¿qué es el Atlas?; ¿qué buscan Nada y Polo?. Son algunas de las grandes preguntas del juego, y el hecho de que muchas aún no hayan sido respondidas por nadie motiva a avanzar para comprender estos misterios y así desvelar el mayor secreto de todos: ¿qué hay en el centro de la Galaxia?
Si dejamos de lado los aspectos jugables, No Man’s Sky destaca especialmente por su apartado artístico y sonoro, con un diseño de escenarios y criaturas que quita el hipo y que sorprende por su magnifica paleta de colores y estética en general. Hay que elogiar a Hello Games por ser capaces de haber creado un universo tan vivo y estéticamente convincente sin haberlo modelado a mano, todo un logro que permanecerá durante bastante tiempo en nuestra memoria.
La música no se queda atrás, con una excelente selección de temas dinámicos compuestos por la banda indie 65daysofstatic cuyo estilo electrónico y alternativo parece haber sido concebido para casar a la perfección con la estética del título. Recorrer un mundo abrasado mientras suena una música de piano que va aumentando de intensidad hasta estallar en un zenit de sintonías sintéticas es una auténtica maravilla y alguno de los mejores momentos del juego son propiciados por su fantástica música.
En cuanto al apartado gráfico estamos hablando de un título bastante discreto, con unas texturas normaluchas y un poppin constante que ya se ha convertido en una seña de identidad del juego. A pesar de esto el buen trabajo con la iluminación, sumado a la excelente dirección artística del programa nos regala paisajes de gran belleza que piden a gritos ser admirados y en los que resulta habitual realizar capturas de pantalla de vez en cuando.
No todo es de color de rosa
Por último, hay que decir que el precio, 60 euros, no resulta apropiado para un juego de estas características. No porque esté falto de contenido, ya que nos proporcionará más horas que muchos títulos AAA y las actualizaciones gratuitas que llegaran en el futuro prometen ampliar drásticamente su propuesta jugable, pero estamos ante un juego indie al que se le ha dado la cobertura mediática de una superproducción, un juego al que normalmente sólo un puñado de jugadores le habría prestado atención y que, posiblemente, habría aparecido en formato de early acces si no hubiera contado con el mecenazgo de Sony.
Para un juego que pretende llegar a tanto público con una propuesta tan arriesgada, un precio de 30 euros habría sido mucho más adecuado y muchos usuarios no estarán dispuestos a arriesgarse a comprarlo, y con razón, por una suma de dinero tan elevada como 60€.
Así que ¿Qué demonios es No Man’s Sky?
En apariencia es un survival ambientado en el espacio que apoya su experiencia jugable en la libertad de acción y en el constante sentimiento de descubrimiento y sorpresa, pero con unas mecánicas algo simples basadas en la repetición de cierta tareas y apoyadas en la recolección y uso de diferentes recursos, algo típico del género y que aburrirá soberanamente a los que busquen una experiencia más directa o guiada, o a los que simplemente quieran mecánicas mas complejas y profundas. No Man’s Sky no es un juego para todo el mundo y solo aquellos que acerquen con la mente abierta y con la intención de dedicarle unas cuantas horas, aunque sea de forma esporádica, podrán disfrutar verdaderamente de las virtudes que ofrece.
#NoMansSky es un homenaje a todo lo que representan la ciencia ficción y el espacio Clic para tuitearNo Man’s Sky es un experimento atrevido dentro del panorama gamer actual, es una obra realizada para estimular los sentidos y la imaginación, con la soledad y el descubrimientos como conceptos principales y al servicio de los cuales pone toda su propuesta jugable. Un juego raro de narices que coge algunas mecánicas de aquí y allá para juntarlas en una propuesta que, en conjunto, es completamente nueva, alejada del realismo de Elite: Dangerous y del componente social de Star Citizen.
No Man’s Sky es un homenaje a todo lo que representan la ciencia ficción y el espacio, una obra con una personalidad muy marcada y con tintes trascendentales que se disfraza con mecánicas jugables tan simples que rozan lo arcade con el objetivo de ofrecernos el campo de juegos con el que muchos han soñado durante toda su vida: el Universo.
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Destaca en:
- Las primeras horas y el constante sentimiento de sorpresa y descubrimiento que nos proporcionan.
- El bueno uso de la generación procedural.
- La gran capacidad de inmersión del título.
- Su propuesta no se parece prácticamente a nada de lo que puedes encontrar en el mercado actualmente.
- El lore y la forma de ir descubriéndolo, que recuerda terriblemente a lo hecho por Miyazaki en la saga Dark Souls
Podría mejorar:
- El precio, 60€, no es apropiado para un juego indie.
- Si bien el juego es bonito, gráficamente es mediocre y el poppin y las texturas reguleras son una constante en el título.
- Las mecánicas pecan de ser simples y repetitivas
- Algunas decisiones de diseño algo extrañas, como por ejemplo la imposibilidad de estrellar nuestra nave en la superficie de los planetas.
- Los puntos de interés deberían ser más variados y ofrecer mejores recompensas
NOTA
3.00
¿Qué me comentais de las quejas que hay y de la gente que ha pedido la devolución del dinero invertido?
Motivos, googleando se encuentran.