En un mercado saturado de videojuegos enfocados a los modos multijugador online, a los desarrolladores cada vez les resulta más difícil encontrar fórmulas originales y divertidas que además sean capaces de llamar la atención de jugadores que, ahora más que nunca, cuentan con una oferta de títulos casi infinita.
En medio de este percal aparece Hi-Rez Studios, desarrolladores del popular Smite, y autores del juego cuya review nos ocupa hoy: Paladins: Champions of the realm, título disponible para PC, Xbox One y PS4 y cuya beta abierta puede ser disfrutada en cualquiera de las plataformas ya mencionadas.
Paladins, que fue presentado por primera vez en el año 2015, nos ofrece la oportunidad de participar en divertidas batallas multijugador de 5 contra 5 en las que nuestro objetivo principal consiste en disputar con el equipo contrario el control de un área determinada (ya sabeis, a lo Battlefield), para después escoltar un carro de explosivos hasta la base de nuestro oponentes (o, si no hemos conseguido el control de la zona, impedir su avance).
Y todo esto encuadrado en unas eficaces mecánicas de shooter en primera persona, pudiendo los jugadores escoger entre hasta 29 personajes (o campeones) diferentes, todos con diferentes armas y habilidades, y que van desde el típico soldado con fusil de asalto, hasta un dragón equipado con un jetpack y un lanzamisiles o un agresivo guerrero que blande una espada de fuego y cuenta con la habilidad de transformarse temporalmente en cenizas.
¿Os suena todo esto? Desde luego el parecido con la premisa de Overwatch es innegable: un shooter en primera persona basado en héroes en el que tenemos que intentar hacernos con una zona delimitada para luego escoltar un objetivo móvil a lo largo del mapa. Uno podría alegar que, con tantos títulos en el mercado, los parecidos son algo inevitable, pero teniendo en cuenta el gran número de similitudes entre ambos juegos y las fechas tan similares en las que se presentaron resultaría algo irresponsable escribir algo acerca de Paladins sin preguntarnos ¿es algo más que una copia barata de Overwatch?
Análisis de la ¿alternativa gratuita a Overwatch?
Bueno, dejadme empezar diciendo que, muy probablemente, es una pregunta que se quede sin respuesta; el desarrollo de videojuegos es un proceso largo y muy complejo y, si tenemos en cuenta que ambos juegos estuvieron en desarrollo algunos años antes de ser anunciados, sería ridículo decir que Paladins nació con la intención de aprovecharse del boom que supuso (y aún supone) Overwatch.
Sería mucho más correcto afirmar que la visión original de Paladins, con mapas mucho más grandes y extensos, no funcionaba del todo bien a nivel jugable y que sus creadores fueron tomando elementos de aquí y allá hasta conseguir el juego que tenemos hoy en día. Por supuesto, la principal fuente de “inspiración” durante este proceso ha sido claramente el popular juego de Blizzard, influenciando la inclusión de entornos de juego más pequeños y trabajados, así como la actual mecánica de conquista-escolta, pero ¿acaban aquí sus similitudes?
Para empezar, la diferencia más drástica entre ambos juegos radica en que Paladins se engloba dentro de ese género tan irregular que son los juegos free to play, teniendo algunos campeones desbloqueados desde el principio y ofreciéndonos la posibilidad de conseguir el resto bien mediante el dinero del propio juego o bien apoquinando 20 euros por todos los campeones actuales y futuros. Sorprendentemente, es relativamente sencillo obtener todos los campeones sin pagar ni un euro y, al contrario que ocurre con otros títulos gratuitos, no es necesario invertir mucho tiempo en el juego para poder desbloquear nuestros favoritos. Bien por Hi-Rez.
La importancia de los pequeños detalles
Sin embargo, y a pesar de las ventajas que supone que se trate de un juego gratuito, es en los pequeños detalles donde Paladins empequeñece ante Overwatch. Vale, sí, Paladins aún se encuentra en beta abierta, mientras que Overwatch es un título completo ya consolidado en el mercado pero, como era de esperar, es muy complicado para un juego gratuito competir con un gigante del entretenimiento como es Blizzard.
Así, se puede afirmar que Paladins resulta un título mucho más encorsetado y limitado que Overwatch, que resulta mucho más dinámico y fluido y que cuenta con detalles geniales (como entornos destructibles) y con un diseño de mapas y personajes mucho más inspirado y original que el de su competidor. Y todo esto sin mencionar las mecánicas de shooter que, si bien funcionan a la perfección en Paladins, se encuentran a un nivel superior en el juego de Blizzard, resultando en unos enfrentamientos mucho más equilibrados e intensos.
Enfrentamientos que, en el caso de Paladins podemos disputar con hasta cuatro tipos de héroes distintos: daño, flanco, tanque y apoyo; roles que están bien diferenciados y que requieren de la cooperación de todos los miembros del grupo para resultar verdaderamente efectivos. De esta forma, y aunque Overwatch esta mucho más trabajado y balanceado en este aspecto, Paladins funciona a la perfección tanto en partidas casuales como para aquellos jugadores que saben lo que hacen, y sólo se le puede reprochar que, ya sea porque no están del todo pulidas o porque su descripción es algo vaga (la traducción de textos al castellano deja bastante que desear) algunas habilidades resultan complicadas de entender y no queda del todo claro cómo funcionan, aunque se trata de un problema con habilidades concretas y no algo generalizado.
Y ya que hablamos de los personajes, Paladins cuenta con 29, siendo bastante frecuente que se añadan nuevos de vez en cuando o que se modifiquen (para bien o para mal) las habilidades y características de los ya existentes. De nuevo (y obviando lo tremendamente subjetivo que supone este apartado) podemos decir que su diseño y ejecución no está a la altura de lo que podemos ver en Overwatch, pero que, aun así, los personajes de Paladins no son ni mucho menos cutres y que hay algunos realmente carismáticos y memorables.
Por suerte no todo recuerda a Overwatch, y Paladins cuenta con una mecánica de personalización que nos permite modificar los atributos de nuestros personajes mediante diferentes “builds” basados en cartas, así como mediante un sistema de objetos que podemos adquirir durante las partidas (muy en la linea de lo visto en MOBAs como LoL y el propio Smite) y que nos permiten obtener diferentes ventajas que, bien usadas, pueden llegar a inclinar la balanza a nuestro favor.
Por último, si nos fijamos en el apartado técnico, resulta más que evidente que el título de Hi-Rez no compite en la misma liga que el portento gráfico que supone Overwatch, siendo Paladins un título mucho más discreto y menos pulido, pero con la suficiente personalidad y encanto como para que su alegre estilo cartoon resulte lo suficientemente llamativo como para compensar su falta de músculo técnico. Eso sí, lo que indudablemente necesita más trabajo es la interfaz, poco limpia y en ocasiones algo confusa aunque, tratándose de un título aún en beta, se trata de un aspecto que puede pulirse con facilidad; crucemos los dedos.
Entonces ¿merece la pena darle una oportunidad a Paladins?
La respuesta es un rotundo “sí”. Si estuviéramos hablando de un lanzamiento tradicional probablemente tendría mis dudas, pero Paladins puede ser disfrutado por completo sin gastar ni un céntimo y el hecho de que no requiera suscripción a los servicios online de Playstation y Xbox supone un añadido muy interesantes para aquellos que no os apetezca soltar 50 euros anuales para poder jugar online. Es cierto que es inevitable compararlo con Overwatch y probablemente nunca consiga librarse de la larga sombra del juego de Blizzard, pero Paladins no es un simple clon y tiene valor por sí mismo, resultando muy divertido y sencillo enzarzarse en sus alocadas disputas de 5 contra 5.
Si estas buscando un juego online y Overwatch no es lo tuyo harías bien en darle una oportunidad a la más que digna obra de Hi-Rez Studios; podrías llevarte una sorpresa de lo más agradable.
Paladins: Champions of the realm
Destaca en:
- El juego resulta divertido y cumple con su cometido
- Los personajes están bien diferenciados y ayudan a hacer la experiencia más variada
- El sistema de cartas y objetos
- Las microtransacciones pueden ser ignoradas por completo, no estamos ante un pay-to-win
- Que sea completamente gratis
Podría mejorar:
- La interfaz podría ser más clara y limpia
- Habilidades concretas que son difíciles de entender y ejecutar
- Algunos personajes resultan de lo más genéricos y poco inspirados
- El juego, en general, necesita estar más pulido