PYRE: un viaje difícil de olvidar

Cada vez está más que claro que los videojuegos son algo más que desafíos, puntos y records y que, poco a poco, han ido dejando atrás su condición de “juguetes” para evolucionar en un medio tan rico como variado donde hay más espacio que nunca para la experimentación, la innovación y, sobre todo, la expresión artística.

Y si no, que le pregunten a los chicos de Supergiant Games, desarrolladora estadounidense responsable de las dos joyitas que son Transistor y Bastion y que en 2017 nos obsequió con Pyre, título que revisitamos con motivo de su reciente traducción al español (hasta ahora los textos estaban en inglés) y para que todo aquel despistado que se lo perdiera en su momento y desconozca de qué va todo esto pueda darle una oportunidad a uno de los grandes exponentes del género indie de los últimos años.

En Pyre, nosotros encarnamos al “lector” un personaje cualquiera exiliado de la sociedad por razones desconocidas y que es abandonado a su suerte en un inhóspito territorio reservado sólo para criminales de la peor calaña.

No pasa mucho tiempo hasta que nos encontramos con la particular “troupé” de exiliados que forman el trío protagonista y que, sorprendidos ante nuestra peculiar habilidad para leer (sí, leer) e interpretar las estrellas, deciden rescatarnos y nombrarnos guía del grupo, con lo que será nuestra tarea conducir nuestra caravana hasta localizaciones clave donde realizar “los ritos”, misteriosas y antiguas pruebas impuestas por los dioses y que, se supone, esconden la clave para abandonar la tierra maldita y volver a la civilización.

Lo primero que llama la atención de Pyre es lo poco convencional de su planteamiento a la hora de hacer avanzar la trama y la clara división que se hace entre su parte conversacional, más centrada en la historia y los personajes, y el apartado puramente jugable, que roza lo arcade y gira en torno a los ritos y a su naturaleza deportiva, aunque de eso hablaremos más tarde.

Y es que Pyre apoya gran parte de su propuesta sobre una historia, unos personajes y un lore muy, muy bien construidos que acaban suponiendo una parte fundamental de la experiencia y que integra al jugador de forma casi perfecta en un mundo de fantasía realmente único y con mucha personalidad, animándonos a sumergirnos e involucrarnos en su trama como pocos títulos son capaces de conseguir.

¿Y como lo hace? Pues gracias a un estupendo sistema de toma de decisiones que, como si de un libro de “escoge tu propia aventura” se tratase, permite al jugador elegir entre un sinnúmero de opciones que van desde lo insignificante a lo relevante y que consigue que verdaderamente nos sintamos parte del rocambolesco grupo de personajes que iremos conociendo a lo largo de nuestra aventura.

Personajes que se nos van presentado a medida que avanzamos en nuestra misión para completar todos los ritos y que, aparte de contar con características jugables únicas que podemos aprovechar durante la realización de los mismos, cuentan con una personalidad y un trasfondo extremadamente ricos y detallados, siendo extremadamente fácil para el jugador implicarse emocionalmente con los miembros del grupo y que, al igual que ocurría en Mass Effect, aportan una nueva dimensión de relevancia a nuestras decisiones, que pueden llegar a determinar que ciertos miembros del grupo permanezcan o no junto a nosotros y que, ya os advierto, pueden llegar a sacaros alguna que otra lagrimilla.

De esta forma, se puede entender Pyre como una suerte de aventura gráfica adornada por bellísimas imágenes tanto estáticas como dinámicas y cuyo apartado jugable se enfoca casi por completo en la realización de los ritos, divertidos partidos mágico-deportivos en los que se enfrentan dos equipos de tres jugadores con el objetivo de conseguir introducir el orbe mágico (la pelota) en la pira del equipo rival.

De primeras puede parecer excesivamente sencillo, pero a medida que avanzamos y conseguimos más y más personajes (cada uno con estadísticas y habilidades propias, como si de un MOBA se tratara) nos damos cuenta de que los ritos de Pyre son todo un filón jugable lleno de posibilidades en los que conocer bien a los participantes, así como sus fortalezas y debilidades, es clave si queremos salir victoriosos de las mágicas contiendas que libraremos durante nuestra aventura.

Los ritos cuentan, además con un ligero componente RPG que nos permite ir acumulando experiencia con la que mejorar a nuestros personajes gracias a un sistema de perks tan sencillo como efectivo que, si bien funciona de maravilla a la hora de añadir una capa extra de profundidad al título, también es la parte mas floja del programa y no acaba siendo demasiado relevante si optamos por ignorarla por completo.

Aun así, los ritos de Pyre están balanceados a la perfección, y si a eso le sumamos lo intuitivos y profundos que pueden llegar a ser (“facil de aprender, dificil de dominar” ¿recordais?) el resultado son unos partidos dinámicos, ágiles y muy, muy divertidos que incluso podemos disfrutar directamente desde el menu principal, tanto contra la CPU como contra un amigo en modo local (no, no hay online), sin siquiera tener que jugar al modo historia, todo un acierto por parte de Supergiant Games.

Mención aparte merece el apartado visual y sonoro del título, con preciosos entornos y diseños de personajes que más de una vez me han dejado con la boca abierta y que se funden a la perfección con la maravillosa banda sonora del juego, resultando en una experiencia que es todo un deleite para los sentidos y que os dejará con ganas de dar una segunda vuelta cuando terminéis con la primera.

Conclusión: