Generación Friki
La fanfarria ha terminado, las enormes pantallas de los teatros se han fundido en negro, el público se levanta y desaloja el edificio. un año más las conferencias del E3 2017 han descargado toda su artillería en forma de potente campaña de marketing: gameplays orquestados, cinemáticas espectaculares y sobre todo promesas, muchas promesas.
Algo huele mal en la industria cuando de los grandes juegos que vimos anunciados en el E3 2016 cerca de la mitad todavía no han salido a la venta, algunos, como God of War, repiten en las conferencias y prometen llegar en 2018, pero seamos honestos con nosotros mismos: en esta generación de retrasos y cancelaciones, es más que probable que Kratos y su hijo estén también en el E3 2018 antes que en nuestros salones.
Sony y su venta de humo
Más allá de Kratos y God of War, en el E3 2017 Sony no ha podido estar a la altura de su perorata de 2016, donde anunciaron un FF7 Remake y Shenmue III que no veremos hasta, como poco, dentro de un año y medio. Tuvimos unos segundos de un fabuloso, pero innecesario remake de Shadow of the Colossus, un Spiderman muy espectacular, Detroit, Days Gone…
Si me preguntáis diría que, en general, los anuncios de Sony estaban a la altura, en cantidad y en calidad. Sin embargo y como siempre, esquivaron la bala de las fechas. Otra vez tenemos una conferencia llena de promesas que tardarán años en llegar, algunos juegos incluso se cancelarán por el camino, y otros, como The Last Guardian, serán cabecera de conferencias durante los próximos años.
Mi queja con Sony, como veis, no es tanto por el contenido (del que podríamos hablar largo y tendido) sino más bien por la certeza de que nos han enseñado un producto que no llegará a las tiendas hasta dentro de mucho tiempo; al contrario de como dice el refrán: pan para mañana, pero hambre para hoy.
Xbox One X, increíblemente potente, para jugar a tus juegos de PC.
Xbox One X llega con la promesa de ser la consola más potente y por descontado que lo es, pero ¿para qué? Todos sabemos que Microsoft echó por tierra su marca Xbox desde que puso en marcha Play Anywhere, esa campaña en la que cualquier juego de Xbox por extensión sale en PC. Ahora cualquiera que tenga un PC puede jugar a los juegos “exclusivos” Xbox, y si sus exclusivas ya son pocas ¿Quién querría invertir 500 Euros en una consola cuando por muy poco más puede tener un buen PC?. Sin juegos verdaderamente exclusivos que la respalden, Xbox One X y su potencia no tienen ningún sentido. Podremos jugar a Assassins Creed a 4K, pero la época de las grandes licencias de Microsoft ha terminado, Xbox One X es la máquina con los mejores juegos multiplataforma…después del PC.
El E3 2017 era la oportunidad de oro de Microsoft de renovar su abanico de licencias, de dejar de vivir de Forza, Halo y Gears of War. Sin embargo, ni Sea of Thieves, ni Crackdown se antojan como platos fuertes, al menos no comparados con la enorme cantidad de exclusivos que tuvo Xbox 360.
Sinceramente creo que Microsoft ha dejado de competir por el primer puesto. Creo que se conforman con lo que tienen que no es poco y guardan un As bajo la manga para lo que esté por venir en el futuro; sin embargo, Nintendo remonta, y muy rápido, así que deberían de estar atentos al retrovisor, no sea que se lleven una sorpresa en la última vuelta de la generación.
Nintendo se esfuerza por recuperar terreno, pero…
Tampoco Nintendo, la vieja confiable, ha sabido, o ha podido estar a la altura este año. Es notable el esfuerzo de la compañía de Kyoto por surtir a su máquina de un gran catálogo, se están dejando los cuernos porque Switch cuente lo antes posible con una colección de exclusivos de auténtico lujo. Pero… porque tenía que haber un “pero”: para los poseedores de una WiiU salta demasiado a la vista el reciclaje descarado al que están sometidos todos sus títulos.
Xenoblade Chronicles 2 casi parece una expansión del título de WiiU, al menos a nivel técnico, donde el reciclado de assets y texturas es demasiado evidente. Lo mismo pasa con el juego de Yoshi y sobre todo con Splatoon 2, que, sin desmerecer la indudable calidad de los dos juegos, se ve a la legua que son refritos de títulos que no llegan a tener ni 24 meses en el mercado.
Lo mejor de Nintendo es que tenemos la certeza de que, salvo hecatombe, todo lo que hemos visto lo jugaremos dentro de los próximos meses (bueno, quizá Metroid 4 no). En esto Nintendo nunca falla, es una compañía que anuncia Super Mario Oddyssey en el E3 y dos meses después lo tienes en las tiendas, nunca mejor dicho: me quito el sombrero con esto.
Unas conclusiones…
Finalmente, para dar una conclusión diría que el E3 2017 ha sido, salvo excepciones, bastante decepcionante. Una oportunidad perdida en la que los juegos anunciados no han sabido culminar con las expectativas en una industria que cada vez innova menos y en la que las grandes producciones tardan casi 5 años en completarse. Ha sido una feria llena de juegos que no veremos hasta 2018 o 2019, cosa que solo tiene una razón de ser y se llama marketing.
Hace unos años había voces que decían que este tipo de ferias cada vez tenían menos sentido, que los anuncios de grandes juegos tapaban a producciones verdaderamente interesantes que no podían competir con las maquinarias de marketing de las grandes casas. Cada vez estoy más de acuerdo con esta gente.
