RAYMAN LEGENDS: porno para retrogamers

El lanzamiento de Rayman Origins hace un par de años no fue más que la antesala de lo que Rayman Legends (2013) nos depara; una soberbia lección de artesanía audiovisual, riqueza de diseño y buen gusto que cualquier artista, diseñador o director debería de aprenderse de “pe a pa”.

Sí amigos, las 2D han vuelto más fuerte que nunca y, para regocijo del que suscribe (un dinosaurio con tres décadas de experiencia al pad), este Rayman Legends no es más que la prueba viviente de que un juego no necesita marines espaciales ni 391 shaders por frame para ser una obra de arte sacada de un marco, digitalizada y metida en un DVD de doble capa.

No sólo los gráficos de Rayman Legends, dibujados y animados a mano, son absolutamente deliciosos; sino que encajan como un guante en la mecánica de plataformas 2D de la que hace gala el juego. Los chicos de Ubisoft han cogido la obra cumbre de las 2D, Super Mario Bros, han hecho ingeniería inversa, y en el proceso de reconstrucción le han agregado todo lo que cualquier jugador que busque diversión a los mandos de un videojuego podría imaginar.

La banda sonora, totalmente orquestada , es dinámica y se adapta orgánicamente a lo que esté sucediendo en pantalla, con un estilo muy de serie de dibujos animados de los 90. En determinadas melodías han añadido voces en un idioma desconocido, con un resultado terriblemente divertido. De verdad, dan ganas de comprimirla y llevarla a todos sitios en nuestro mp3 portátil… y eso que todavía no os he hablado de los temas musicales.

Imaginaos un Guitar Hero de plataformas, en el que tengas que ir saltando y esquivando enemigos al compás de la música. Pues esto es exactamente lo que Rayman Legends nos ofrece en determinados momentos del juego (os invito a ver el vídeo al pie del análisis). No sólo es una idea tremendamente original, sino que está llevada a cabo de manera magistral. Os aseguro que terminaréis jugando estos niveles hasta la saciedad…y aún así, los seguiréis poniendo cada vez que venga un amigo a casa.

Todo este despliegue de artesanía digital se quedaría en nada sin un buen diseño, pero para decepción de los más aguerridos simpatizantes del shooter de gatillo fácil (siempre detractores de cualquier experiencia que no implique pólvora, balas, sudor y testosterona en un entorno híper realista), “Rayman Legends” tampoco falla en esto. Es más, pocas veces veréis un juego tan largo como Rayman Legends en el que cada nivel sea único y divertido por méritos propios.

Poco me queda decir de este juego que no se haya dicho ya, pero sí os voy a pedir un favor, no solo para mí, sino para vosotros y para cualquier verdadero amante de los videojuegos: Comprad y apoyad este gran juego, pues lo que encierra en él es mucho más grande que cualquier Call of Duty. Es la verdadera esencia del videojuego; esa de la que cada vez queda menos. Apoyad a Ubisoft con esta arriesgada apuesta, porque si ellos ganan, esta vez ganaremos todos.