Cuatro iteraciones lleva Nintendo , contando este ultimo Super Smash Bros, mostrándonos la manera correcta de hacer que los personajes de su cuño se partan la cara, y es curioso, porque a algunos se les da incluso mejor que saltar plataformas.
Ya ha llovido desde que la franquicia debutara por aquí el 19 de noviembre del 99 con aquel esplendido Super Smash Bros en la, por aquel entonces, ya moribunda N64. De los 12 personajes iniciales hemos pasado a lo largo de las siguientes entregas a los actuales 49 de la versión que hoy nos ocupa, la de 3ds.
3ds nunca ha sido una consola demasiado prolífica en grandes producciones; de hecho desde el auge de los smartphones y demás dispositivos inteligentes, las consolas portátiles viven unos años bastante amargos, lejos de la época dorada que fue Game Boy Advance o Nintendo DS. Aún con el gris panorama que tenemos hoy en el mercado portátil, de vez en cuando nos llevamos gratas sorpresas en forma de juegos que es imposible dejar pasar, y desde luego una entrega de Smash Bros en formato bolsillo es un caramelo demasiado apetitoso como para mirar hacia otro lado.
“Super Smash Bros 3ds” no es simplemente una entrega de relleno dentro de la saga, sino que se perfila como una secuela completamente válida de lo que ya vimos en el fabuloso juego de Wii, conservando toda la esencia del título y añadiendo nuevas opciones y funcionalidades, como la conectividad con la inminente entrega para Wiiu, que podremos disfrutar a finales de año.
Lo primero que hay que destacar de este Smash bros es un apartado técnico que te deja con el culo torcido, estando casi a la altura de la entrega de Wii en muchos aspectos. Quizá lo más destacable para mal es que algunos decorados son más pequeños y que los escenarios más grandes del juego anterior se han quedado fuera. Posiblemente esto responde a una decisión jugable, ya que al tener que estar siempre los cuatro jugadores en pantalla el zoom en los mapas mas grandes daría como resultado personajes del tamaño de unos pocos pixeles, casi imposibles de ver en una pantalla portátil.
La buena noticia es que, como en todos los juegos de Nintendo, el framerate del título es estable como una roca; ya pueden estar sucediendo una docena de cosas a la vez en pantalla, llenándose ésta de explosiones y efectos, que en ningún momento notaremos una bajada en el rendimiento del juego, cosa que no solo es de agradecer, sino que viendo el impecable acabado técnico del juego es todo un logro. Pocas veces se le ha sacado tanto rendimiento a 3DS y de manera tan eficaz. Ya podrían aprender otros a dejarse de tanta moñeria gráfica y a hacer juegos más fluidos, que a veces entre frame y frame nos da tiempo a ir a hacernos un cigarrito.
Quizás el punto más negativo de todo el juego es la pérdida del “modo historia” con el que contaba la versión de Wii. Éste ha sido sustituido por un modo de juego llamado “Smashventura” que no tiene ni la profundidad ni la gracia que tenía el de la sobremesa de Nintendo. Sin embargo, y rompiendo una lanza a favor de este, hay que decir que es bastante entretenido y que cumple más con el objetivo final de cualquier portátil, es decir, partidas rápidas e intensas a favor de modos de juego más lentos y que requieran mucho tiempo delante de los mandos. El modo “Smashventura”, además, puede ser jugado con amigos, convirtiéndose a veces en un pique muy divertido; Generación Friki recomienda un chupito de vodka para el perdedor de cada ronda, sobre todo si las partidas son en viernes por la tarde…
Ya desde hace unas entregas Nintendo no se ha limitado a meter personajes de su propio cuño sino que ha contado con crossover de otras grandes franquicias, lo que han enriquecido muchísimo el plantel de luchadores del juego. Esta vez contamos con personajes de la talla de Sonic (“Sonic the Hedgehog“), Pac-man , Shulk (“Xenoblade Chronicles“) y Megaman (pues eso, Megaman). Se nota por otro lado la ausencia de Snake, que fue la gran sorpresa de la versión de Wii y de la tan rumoreada Bayonetta, que al final se han quedado fuera.
Como siempre, la vertiente multijugador tiene un gran peso en Smash Bros, permitiéndonos jugar de manera local o por internet partidas de hasta cuatro jugadores en una multitud de modos de juego. Hay que decir que jugar por Internet a día de hoy es una experiencia bastante frustrante debido al lag; esperemos que Nintendo lo solucione pronto. Aquí se echa de menos el juego compartido que hemos visto en otros títulos como “Mario Kart 3DS“, que nos permitía jugar varios con un sólo juego. Para jugar a Smash Bros entre amigos necesitaremos un juego por consola.
No quiero acabar la reseña sin dejar de mencionar el soberbio apartado musical del que hace gala el juego, con versiones remezcladas o remasterizadas de todos los juegos a los que hace homenaje, algunas de estas versiones tocadas de manera orquestal suenan espléndidamente bien, tanto que posiblemente quieras escucharlas incluso cuando no estés jugando; sin duda una de las bandas sonoras más memorables de los últimos años.
Quizás el mayor logro de “Smash Bros 3DS” es también su mayor flaqueza; su naturaleza portátil hace que las esperas en el médico, el autobús o incluso la visita diaria a la taza del váter sean más divertidas que nunca; pero en contrapunto hay que admitir que ninguna de las versiones disponibles de Nintendo 3DS tienen la ergonomía ni la distribución de botones necesaria para hacer que la experiencia de jugar al juego de manera portátil sea todo lo precisa y satisfactoria que es con un mando de Gamecube en las manos.
Pocas experiencias hay que resulten tan completas, longevas y gratificantes como jugar de manera portátil a un Smash Bros, juego que por su mecánica rápida e intensa pedía a gritos una versión de bolsillo. Para muchos fans este “Super Smash Bros 3DS” es poco menos que un sueño hecho realidad, para todos los demás una gran oportunidad para jugar a uno de los mejores crossover de videojuegos que se hayan hecho nunca, un museo jugable de la historia de Nintendo, pero no un museo cualquiera, uno en el que la gente se da ostias para entrar, para quedarse, y también para salir.
(9 / 10)