Se va acercando la fecha de los Premios Gamelab, enmarcados en el XV Congreso Internacional de Videojuegos y Ocio Interactivo, y voy a toda prisa analizando los juegos nominados a la categoría Mejor Juego del Año. Afortunadamente, estos 4 maravillosos juegos son indies, con todo lo que implica respecto a su duración, así que hoy puedo hablaros sin problemas de Yuppie Psycho, la actual puesta de Baroque Decay (después de El Conde Lucanor), un juego que, como la mayoría de los que analizo de la Gamelab, podéis encontrar en la plataforma Steam, y cuyo planteamiento tan surrealista (¡el mal pulula por la oficina!) enamora. Vamos con ello:
Nominados a Mejor Juego del Año
- Do Not Feed the Monkeys
- GRIS
- Very Little Nightmares
- Yuppie Psycho
Posiblemente le cogí mucho cariño a Yuppie Psycho por su protagonista. El típico joven nipón tembloroso e indeciso que tantas veces hemos visto en mangas y animes, pero lleno de ternura y buenas intenciones y con el que disfrutamos tanto dirigiéndole, como viéndole sufrir por las situaciones incómodas en las que se mete.
Y de situaciones incómodas está lleno este videojuego. Se trata de un simulador de terror laboral (está claro que laboral y terror son dos palabras que tenían que ir de la mano) con toques de puzle. Nuestro personaje, Bryan, acaba de terminar la carrera y la organización más importante del mundo, Sintracorp, le contrata…para que descubra quién es la bruja que va matando por la oficina.
Yuppie Psycho consigue una inmersión muy satisfactoria a través de la incomodidad: luces, sonidos, un gore que aumenta con cada pantalla, un estilo pixel art que no ayuda a que nos relajemos, una mezcla de géneros que incluye el survival horror… todo está pensado para que el surrealismo, el gore y el misterio se den cita mientras intentamos resolver acertijos. Yo, que soy tirando a cagueta con los juegos de miedo, he agradecido que la estética retro noventera me permitiera no impregnarme la retina con imágenes demasiado violentas.
Aunque es indudable que me vengan a la mente títulos como Silent Hill u ObsCure cuando pienso en la exploración, el sigilo, el diseño o la iluminación, he llegado a la conclusión de que el plato fuerte de Yuppie Psycho lo ofrecen sus diálogos, la evolución de la historia y, por supuesto, su fuerte crítica contra el competitivo mundo laboral. Bryan es un chaval que sólo quiere encajar (pensemos en la sociedad japonesa, concretamente) y las clases sociales, el afán por el perfeccionismo (aunque se trate de liberar de una maldición a su empresa) y la necesidad de integración son sólo los primeros pasos hacia la madurez. Aunque, quien sabe, con todos esos muertos tirados por la oficina.
Si quieres continuar leyendo:
- Do Not Feed the Monkeys
- GRIS
- Very Little Nightmares
- Yuppie Psycho